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Para cuando Nirvana publicaron su disco debut (‘Bleach’, 1989), y terminaron de promocionarlo, el grupo había adquirido cierto estatus en la escena underground de Estados Unidos. Sin embargo, el grupo tenía la intención de llegar a un público mayor; y para ello, eran conscientes de que era necesario contar con el apoyo de una discográfica más potente. Y así, después de haber sido tentadas por muchas, finalmente se unieron a Geffen Records, la misma compañía, por ejemplo, que sacó adelante el disco ‘Appetite for Destruction’, de Guns and Roses. Ahora bien, a lo que no estaban dispuestos era a renunciar a trabajar con Butch Vig, un productor que ya conocían y con el que sentían un vínculo que les era familiar. De hecho, la banda le envío a Vig una cinta con algunas demos de ideas para grabar, entre las que se encontraba “Come as You Are”. Y así comenzaron, en los estudios Sound City (California), las sesiones de grabación para el disco ‘Nevermind’.

Pero lo que nos trae hasta aquí hoy, es que se cumplen 30 años de la publicación de “Come as You Are”, como segundo single del disco ‘Nevermind‘. Una canción, como todas las de Nirvana, que comenzó con una melodía (la letra siempre iba después). Y es, precisamente, esa melodía la que le encantó a todo el mundo, pero dejó preocupado a Kurt Cobain. La razón es simple: la similitud con la canción “Eighties” de Killing Joke.

Ahora bien, parece que solo le preocupaba a Cobain, porque el mánager de la banda (Danny Goldberg) la vio perfecta para convertirse en el segundo single. Tanto es así, que fue de las opciones que se barajaron para ser lanzado como primer single (de hecho, el éxito de “Smells Like Teen Spirit”, pilló por sorpresa a todo el mundo). Por su parte, Kurt prefería “In Bloom” como segundo single, pero no terminó cuajando (aunque sería el cuarto que se lanzaría).

La cuestión es que “Come as You Are” terminó por ser ese segundo single, y fue todo un acierto; ya que supuso para la banda su segundo top 40 en el billboard americano. Pero lo llamativo de la canción es su letra (por cierto, Killing Joke sí terminaron protestando ante la similitud de la melodía). Pero con respecto a la letra, dicen que es la canción más luminosa de Nirvana. De hecho, es el texto que reza en el cartel de bienvenida de Aberdeen, pueblo natal de Kurt Cobain. Es una canción que abraza los contrastes, los errores, lo que fuiste y lo que eres. Sea lo que sea, eres bienvenido a mostrarte como eres.

Aunque un aspecto de la canción que ha llamado mucho la atención es uno de los versos que dice: “No, I don’t have a gun” (No, no tengo una pistola). En este sentido, hay quienes apuntaban a esa frase tres años después, cuando Cobain se quitó la vida de un disparo. Sin embargo, a mi me gusta más la historia que sigue: La madre de Cobain tiró al río la colección de pistolas de su pareja (padrastro de Cobain) tras una discusión. Poco después, Kurt convenció a unos amigos para que le ayudaran a sacar algunas de esas pistolas del agua; las vendió y se compró su primer amplificador.

 

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