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Hace unos días finalizó la gira de los rusos Human Tetris, que abarcó 6 fecha a lo largo y ancho de la república Mexicana.

Si bien el post punk tiende a ser un sonido de nicho por lo complejo de su composición (incursionando un poco diría yo, en la parte más incomprendida del progresivo) lo que pudimos vivir cada una de las noches que pasamos en la compañía de Arvid Kriger, Tonia Minaeva y Ramil Mubinov, fué sin duda un tributo a las emociones.

Una de las cosas que más admiro de esta agrupación, es lo bien dominada que tienen su música y lo compenetrados que están sus integrantes… Pues dejame contarte que jamás llevan un setlist preparado para sus presentaciones.

Nos contaba parte del staff de Foro Paruno (en donde se presentaron la noche del 30 de Agosto) que a pesar de estar acostumbrados a esperar lo inesperado, Human Tetris es una de las bandas más complejas con las que les ha tocado trabajar.

Pero no me malentiendas, los integrantes -según dijeron colaboradores del lugar- son el amor y la paz personificados, pero los tuvieron desde las 9:15 p.m. que iniciaron los acordes de Long Flight con el corazón en hilo, pues no sabían que vendría después.

Con una simple mirada y un intercambio de pocas palabras, la banda se iba preparando sobre el escenario para su siguiente canción, al tiempo que veías staff corriendo para hacer los ajustes que fueran necesarios. Este detalle sin duda le da una sensación de intimidad a cada uno de sus shows, pues lo único que sabes que puedes esperar, es el trance hipnotico de cada una de sus piezas.

Lo que diferencía a una banda trascendetal de las demás, es la intensidad con la que sus fans viven sus presentaciones en vivo. Si no observas esa conección, ese disfrute, ten por seguro que será una banda que se perderá en el olvido. Pero por supuesto no es el caso de estos rusos.

A donde quiera que voltearas, la multitud frente a ellos se movía como una ola guiada por cada una de las notas emitidas desde la batería, guitarra y muy por encima de todo, ese fantastico bajo.

Un mar de sonidos depresivos viajaba por la atmósfera emanando nostalgía y fuerza al mismo tiempo, y aunque no faltaba el vato que se la pasara gritando tonterías como si su vida dependiera de ello, Human Tetris se entregó en cuerpo y alma a cada una de sus rolas, aún cuando Arvid Kriger en un intento de entender lo que gritaba ese individuo con tanto fervor, pidió a la audiencia que se lo tradujeran al inglés. Muchos de nosotros al saber las idioteces pronunciadas, nos limitamos a gritar ‘he says tha he loves you’.

Así transcurrieron las noches que se vivieron únicas e irrepetibles en Mérida, Toluca, CDMX, León, Guadalajara y Monterrey. Noches que esperemos, no tarden en volver a nuestro país.

Agradecimientos especiales a Ack Promote por permitirnos cubrir 2 fechas dentro del tour.

Fotografías de Human Tetris en el Café Iguana el pasado 5 de Septiembre

Fotógrafo: Marcel Iván Amaya Aguirre

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