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En un lunes de primavera caluroso, nos toco la gran oportunidad de ver a dos grandes exponentes del Punk californiano, bandas que poseen más de tres décadas de trayectoria y que han dejado huella en la escena del Punk Rock mundial. Cada una a su estilo, Lagwagon regresaría a la capital porteña, mientras sus colegas Cigar, harían su gran debut en el país.   

Como marcaba el horario, llegaría el comienzo del show en el Teatro Flores con la banda local NEPTUNIA, quienes se encargaron de encender los amplificadores y darle algo de Punk Rock al público que iba llegando al recinto.

Luego llegaría el debut para el trío oriundo de Oregon, Estados Unidos, CIGAR. La banda conformada por el vocalista/guitarrista Rami Krayem, el baterista Jon Sortland y con la curiosidad de contar con Jason Torbert en el bajo, quien fue el bajista original de la agrupación desde 1996 hasta 2019, hizo que la noche cobrara un carácter especial desde los primeros riffs.

Desde el inicio, CIGAR fue contundente, el sonido me pareció impecable, durante un poco menos de una hora, la banda toco un mix de temas de sus dos únicos discos, el clásico Speed is Relative (1999) y su más reciente The Visitor (2022). En el setlist estuvo cargado de canciones potentes como “No More Waiting”, “Weight of the World”, “Classic You”, “The Loss”, “Mr. Hurtado”, donde su gran mayoría fueron coreado, sobre todo los más conocidos de ese gran disco Speed is Relative.

Como dato interesante, durante la canción “Weight of the World” se podía apreciar en la pantalla de fondo videos de Skateboarding (patineta), donde podía ver al skater profesional Chris Senn con su parte del skate video «Jump Off A Building» (1998) de la marca Toy Machine y seguramente ustedes se preguntarán el ¿Por qué?, es sencillo, la música de Cigar siempre ha sido vinculada con el mundo del Skateboarding norteamericano, en este caso, fue usado como soundtrack para este skatevideo. Como skater y fan, no dude en gritar un par de veces ¡Aguante Chris Senn! Minutos después, el mismo batero, Jon Sortland quien estuvo full comunicativo con el público, mencionaría su relación con la patineta desde sus comienzos en el Punk Rock.

 

Para mí, el debut de CIGAR superó ampliamente las expectativas. Verlos en vivo, con una sincronía perfecta, tocando punk rock con velocidad, fue una verdadera experiencia nostálgica. Después de 25 años de escucharlos, fue impensado tener la oportunidad de verlos en escenario. Además, la presencia de numerosos jóvenes en el público, coreando y haciendo pogo en una banda que siempre ha tenido un perfil bajo y poca exposición mediática, reafirmó su estatus de banda de culto dentro del punk californiano. A lo largo del concierto, quedó claro que, aunque no hayan recurrido al marketing masivo, su calidad y autenticidad los han consagrado con el paso del tiempo.

Luego de un breve descanso de unos 20 minutos, el escenario se preparaba para la llegada de los headliners: LAGWAGON, que regresaban a Argentina por cuarta vez. La banda, conformada por Joey Cape (voz), Chris Flippin (guitarra), Chris Rest (guitarra), Joe Raposo (bajo) y Dave Raun (batería), fue la gran protagonista de la noche. Con 35 años de trayectoria, estos californianos entregaron una gran presentación, enérgica y llena de pasión. Con la reacción del público fue extraordinaria, casi toda la audiencia acompañó cada una de las 23 canciones interpretadas, coreando los temas y viviendo cada momento con entusiasmo y fiesta.

El setlist estuvo repleto de hits clásicos, haciendo más énfasis en los discos Hoss (1995) de donde salieron “Violins”, “Kids Don’t Like to Share”, “Rifle” y del disco Let’s Talk About Feelings (1998) me encantó como sonaron “After You My Friend”, “The Kids Are All Wrong”. Si bien la banda ofreció un gran repaso de su discografía, desde el minuto uno, hicieron vibrar a todo el recinto que estaba a tope. El show tuvo muchos puntos positivos, pero los más altos fueron la energía del performance de los músicos en el escenario, lo bien que se escuchaban las canciones (punto positivo para el sonidista) y por último, pero no menos importante, la devolución del público, una buena sinergia colectiva.

Llegando al cierre, la banda hizo un breve “encore” de costumbre, donde luego salieron con cuatro temazos: “Island of Shame”, “Messengers”, “The Kids Are All Wrong” y su más popular “May 16” clásico soundtrack de videojuego Tony Hawk 2 (lanzado en el maravilloso año 2000).

Para ser mi primera vez que podía ver a Lagwagon en vivo, debo reconocer que fue una gran experiencia, como skater y como fan de la banda, fue un show cargado de mucha energía, pero al mismo tiempo de mucha nostalgia, quienes patinamos sabemos que estas bandas forman gran parte del soundtrack de nuestras vidas y estas son oportunidades únicas de poder vivir un presente lleno de buenos recuerdos de nuestra trayectoria en la patineta y el Punk Rock.

Fotos por: Fabricio Larralde
Crónica por Alejandro González

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