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«Si no te gusta Supersuckers, no te gusta el Rnr» Es una frase del enorme Lemmy Kilmister. otrora líder de Motorhead. Y es la mejor carta de presentación para quienes no conocen a esta banda oriunda de Tucson (Arizona), luego mudados a Seattle donde a principios de la década del 90 firman con el mítico sello Grunge Sub Pop, y el resto es historia.

Hablar de Supersuckers, es hablar de su carismático líder Eddie Spaghetti, único miembro original, bajista y cantante. Al igual que Motorhead, todo lo que tiene que ver con la banda gira en torno a la figura de su líder y cantante. Su rocanrol sucio, acelerado y muchas veces “cuasi” punk, le da un toque único de distinción a esta banda que realmente se diferencia de las demás de la movida Grunge de inicios de los 90, con las cuales compartían cartel en el sello Sub Pop.

En su segunda gira por Sudamérica (la primera venida fue por el mes de Abril del 2018), esta vez la parada tuvo tres fechas en Brasil y una última presentación en Buenos Aires, quedando fuera plazas habitué como Chile y Colombia lo cual no dejó de sorprender. A diferencia de su anterior presentación que fue en el Roxy Live de Palermo, esta vez el lugar elegido fue UNICLUB, en pleno Abasto porteño. Es un local que conozco a la perfección ya que en los últimos años he presenciado gran cantidad de show en dicho venue. Muy pequeño en capacidad (de no más de 400 personas como máximo) pero con buen sonido si el sonidista de turno da en la tecla. Otro aspecto positivo del lugar es su escenario alto, lo que permite una excelente visión de lo que sucede arriba de las tablas.

Para allí partió entonces quién escribe, en esa tarde noche de Domingo primaveral en Buenos Aires. En el preciso momento de entrar a Uniclub, justo estaban sonando los primeros acordes de la banda telonera local, los Turbocoopers. Con un set corto de no más de media hora, el cuarteto argentino se despachó con su dosis de rock nórdico, sumamente influenciado por bandas como The Hallacopters, Backayrd Babies y por supuesto Turbonegro, influencia directa en el nombre de la banda y de hecho se dieron el gusto de tocar el cover «All my Friends are Dead», clasicazo incombustible de los noruegos y que fue el momento cúlmine de su presentación, muy vitoreada por el poco público presente.

Una vez terminada la presentación de los teloneros locales, fue momento de observar a nuestro alrededor; y realmente quedé muy sorprendido de la tan baja convocatoria. No éramos más de ciento y poco de personas en un recital de una banda internacional en una ciudad como Buenos Aires, encima era Domingo lo cuál en mi opinión debería ayudar a tener mayor cantidad de gente. Pero bueno la convocatoria fue esa y para alegría de los pocos que estábamos allí presentes, nos dimos cuenta que entre el público que estaba viendo a los Turbocoopers en la previa, estaban los tres músicos de Supersuckers allí entre nosotros! Apenas la gente se dio cuenta, todos partieron hacia Eddie Spaghetti en busca de una foto. El músico se encontraba de muy buen humor contra el puesto de venta de camisetas y CDs, y amablemente accedió a sacarse fotos con todos los presentes, incluido quién escribe que ese llevó una linda foto junto al gran líder de Supersuckers.

A eso de las 21:20hs se apagan las luces, cae el telón y los tres músicos salen a escena. Sin preámbulos, comienzan a patear traseros con su rock n roll salvaje y directo. El sonido al principio no era del todo claro, pero como suele suceder en muchos recitales, se acomodó rápidamente a medida que pasaban los temas. Si bien nunca fue óptimo, podemos catalogarlo como bueno durante toda la presentación. Una cuestión que me preocupaba en la previa era el estado vocal de Eddie, algunos videos que había visto en internet de presentaciones de los últimos años, denotaba al cantante con una voz gastada y con poca potencia. Por suerte esas dudas se disiparon ya con los dos primeros temas, donde se lo veía al líder con esa voz de barítono más firme que nunca.

En cuanto a la elección de temas para este show, si bien el último disco de la banda llamado «Play that Rock n Roll» salió en 2020 durante la pandemia, no se trató de una presentación del mismo ni mucho menos. Los SUPERSUCKERS se pasearon por toda su discografía, no tocando nunca más de 3 o 4 temas de un mismo LP. Arrancaron con un gran clásico como “Pretty Fucked up” para iniciar bien arriba. Luego le siguieron otros temas  del mismo disco llamado “Motherfuckers be Trippin” del 2003 (quizá el último gran disco de la banda), como la sarástica  “Rock n Roll records (Ain´t selling this year)”, “Sleepy Vampire” y “Rock your Ass”.  También hubo espacio para temazos noventeros de la talla de “The Evil Powers of RNR”, “Coattel Rider”, “Creepy Jackalopy Eye” y “Rons Got the Cocaine”.

Ser un buen líder también implica darle espacio a los demás miembros de la banda para lucirse, por eso resulta un acierto de Spaghetti antes de entrar a los bises del show, darle lugar al eximio guitarrista Metal Marty Chandler para que haga tres temas seguidos de su propio proyecto solista, llamado igual que él, en donde lógicamente oficia como cantante. Su voz no tiene nada que ver con la de Eddie, es mucho más gritada, desgarrada y aguda; y los temas de su autoría cuentan con más improvisación y pasajes instrumentales que los de Supersuckers. Es un momento que funciona a la perfección para sacudir la modorra y salir un poco de la línea habitual un poco repetitiva que tienen los temas de la banda de Arizona.

En el show también hay lugar para los covers, como ese gran tema de los pioneros de los años 50´s The Coasters, llamado “That is Rock n Roll”, donde la voz grave de Spaghetti se luce realmente. Pero también hay lugar para los temas nuevos, tal cual presentó el tema “Then I wrote a Song” el líder de la banda, seguramente a incluir en un próximo disco. El show termina luego de una hora y cuarto como no podía ser de otra manera, con el gran hit noventero de la banda «Born with a Tail», que supo rotar por la cadena MTV y le dio mucha notoriedad a la banda en su momento.

Así cerramos este gran show acontecido en este venue enclavado en el Abasto porteño. Una paliza de Rock n Roll, por una banda que parece que le da lo mismo tocar para miles de personas o para unos pocos como ese día. Porque lo dan todo sobre el escenario y porque el propio Eddie Spaghetti lo repite una y otra vez durante el concierto, «Somos la mejor banda de rock n roll del mundo». Quizá no lo sean y la afirmación suene demasiado pretenciosa, pero lo que sí es cierto es que bandas con la actitud y la entrega de Supersuckers hacen de este mundo un lugar mejor. Rock On!!

 

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