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Antes de que Matan S.A., banda insignia del Death Metal argentino, sea invitada de Mayhem, Wata, ‘cantante, gritante, decidor de Matan S.A.’, habló con el programa Tierras Oscuras de Espectro FM.

‘El Death Metal en sus inicios a fines de los 80 y aún hoy sigue siendo el Under del Under. Pero hoy, en la actualidad, no está tan así. Hay un montón de bandas extremas que abren la cancha para todos lados, bandas de Death Metal Técnico, por ejemplo. Es raro que hoy esas bandas no pongan un cantante de voces ‘podridas’. Pero no el Death Metal Clásico, el que hacemos nosotros, el vieja escuela, ese no. Nosotros nos ingeniamos para entrar a otro tipo de público.’

‘A nosotros va a vernos gente que a la que no les gusta el Death Metal y se engancharon por la estética, por lo que decimos en las letras. Nosotros al escenario vamos ‘lookeados’ en la manera en que dicen las letras. Tratamos de hacer un concepto, un contenido para que la gente que vaya y no les guste el Death Metal que le empiece a gustar o, aunque sea Matan S.A. Eso lo hemos logrado un poco.’

‘Mi cabeza vuela, ideas me sobran, pero no las puedo llevar a cabo, porque hay un presupuesto. No somos una banda que lleve 1000 personas y con las entradas se pueda amortizar. Yo particularmente y todos los pibes de la banda también, si cobramos una entrada es para más puesta en escena, para hacer más concepto, para que la gente no vaya a ver, para que la gente no vaya a ver a chabones que se abren de patas y mueven la cabeza y nada más. Como público, eso a mi me cansa, entonces tenemos que mostrar otro tipo de cosa. Además, todo eso lo venimos viendo hace 40 años ya. Tratamos de meterle más cosas al show, dentro de las posibilidades.’

‘Siempre me interesó la situación de los desamparados y los más desprotegidos: gente con esquizofrenia, demencia, psicosis, paranoia, depresión. Desde chico me interesó ese tema, mi mamá trabajaba en el Cottolengo Don Orione, lugar donde hay chicos discapacitados, con Síndrome de Down, con autismo severo. Cuando yo iba a buscar a mi mama´, me causaba mucha tristeza, mucha pena. Había chiquitos que estaban ahí, gente de mucha guita, que los metían ahí porque tenían Síndrome de Down o algunos porque eran ciegos, no más. O porque tenían un autismo y se los ocultaba. Esa marginalidad me pegó mucho.’

‘Un primo mío que vivía frente a mi casa, nos criamos juntos, tiene casi mi edad. El tenía un retraso madurativo muy importante. Jugábamos hasta los 10 años, porque después el seguía teniendo la misma mentalidad. Eso también me tocó muchísimo, me lastimó, porque es mi primo. Entonces, cuando armamos Matan S.A., dije ‘vamos a tener que ir por ese lado’. Y, como te dije, mi cabeza vuela. Yo soy único hijo, éramos muy pobres, entonces yo me fabricaba mis juguetes.’

‘Y cuando mi vieja me castigaba, me hacía ir al rincón y yo empezaba a volar: mirando la pared, si había una manchita, era una isla y había soldados a los costados. Y tenía miedo de contarlo porque iban a decir que estaba loco. Después, de grande, pude llevar eso a las letras. Es una especie de exorcismo, de terapia, como ir al psicólogo. Yo creo una historia, pero esa historia no está demasiado lejos de la realidad, la realidad verdadera que hay en la calle.’

‘Hay un disco nuestro que tiene una frase: ‘No le temo a los fantasmas, sino a la gente que cree en ellos’. Las letras hablan de nosotros mismos, también, de gente que es así. En los inicios, Carlos Zárate, de Icarus, me dijo simplemente ‘sé vos’. Eso me reconfortó mucho y me agrandó. A un músico le decís ‘tomá, tocá esto’. Aun artista le decís ‘sé vos’. Así que nunca tuve ningún tipo de impedimentos con respecto a letras.’

‘No sé qué es la muerte. Tengo miedo. En diferentes etapas de mi vida fui pensando cosas distintas, Yo fui a un colegio católico, después descreí de todo eso. Durante el secundario pensaba que morías, ibas al cielo, había un paraíso… Después fueron cambiando mis pensamientos. Hoy hay días en los que pienso que no hay nada, que es esto y no hay más. Y hay días en los que pienso que podría haber otra cosa, pero no tengo una idea formada de la muerte. No sé, no se sabe…no morí todavía.’

‘El Death Metal es la máxima expresión de la rebeldía, no se puede ir más lejos en cuanto a la bronca, tocamos el techo. Porque las violas son afinadas graves, porque los machaques son violentos, te dan la sensación de estar dentro de un infierno, el blast beat de la batería… se llega hasta acá y esa rapidez tira violencia y tira bronca.’

‘Quiero invitarlos para el próximo domingo 19 de marzo, tenemos una cita en El Teatrito, una cita con el mal: Mayhem. Y vamos a tener el agrado de hacerle el aguante y tocar como banda invitada. Así que nos vemos el próximo domingo 19 de marzo.’

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