PUNTUACIÓN: 5/5



Si bien es cierto que este 2020 dio un golpe bajo a la industria de la música, mayormente por la imposibilidad de organizar y llevar a cabo eventos en vivo como conciertos y festivales, podemos destacar que, al menos, tuvimos el placer de disfrutar de lanzamientos de altísimo nivel. Al mismo nivel, y más alto también, se encuentra el álbum debut ‘Matriphagy’ de la banda oriunda de Pensilvania, Estados Unidos Tallah. El cuál acaba de salir al mercado hoy 2 de octubre a través de Earache Records. El cuarteto compuesto por Max Portnoy (Batería), Justin Bonitz (Voz), Derrick Schneider (Guitarra) y Andrew Cooper (Bajo) nos traen un trabajo de 51 minutos, que incluye 11 canciones y 2 instrumentales, que muestra la evolución del Nu metal hasta la actualidad. Este popular subgénero de finales de los 90 con una mezcla de Hardcore, Metalcore, Groove y un sonido excepcionalmente auténtico desemboca a lo que ellos mismos definen como Nu core.

Para disfrutar al 100% la experiencia de ‘Matriphagy’, hay que tener en cuenta que se trata de un álbum conceptual. Cuenta la historia de un hombre, llamado Kungan, de unos 25 años, que lleva toda su vida atrapado en un establecimiento que él conoce como su casa, nunca estuvo ni vio el mundo exterior, ni siquiera sabe si existe. Está encerrado junto a su madre, cuyo nombre es Tallah (Sí, como la banda), ella se quebró la columna tras caer de una escalera cuando Kungan era un niño, dejándola paralizada en una silla de ruedas y, en consecuencia, él es su cuidador desde entonces. A medida que escuchamos el disco podemos ver como Kungan, a raíz de pasar toda su vida encerrado, además de ser abusado física y mentalmente por su madre, quién es muy autoritaria, asfixiante y sobreprotectora con él, y a raíz de lidiar con muchos problemas mentales y de identidad, finalmente termina de perder la cabeza y procede a brutalmente asesinar, descuartizar y comer a su madre.

La primer pista del disco es ‘[redacted]’, que no es una canción sino una instrumental donde podemos escuchar la voz del personaje completamente fuera de si, balbuceando palabras y un grito desgarrador de fondo. ‘No One Should Read This’ es la encargada de abrir el disco, repartiendo riffs, melodías y breakdowns demoledores donde la caja y bombo de la batería de Max Portnoy son los encargados de hacer sacudir tu cabeza. La canción da una sensación de catarsis, no solo por el aparatado lírico, donde el personaje no niega haber matado a su madre y ofrece su confesión de lo que todo lo que sucedió, sino también por su intensa brutalidad, como si se estuviese soltando ira u odio que estuvo guardado mucho tiempo, generando un ambiente caótico que no da respiro, ambiente que, en su mayoría, se mantiene a lo largo del disco.

‘Kungan’ sigue esa misma línea, Justin Bonitz es el encargado de dar color a la canción rapeando en el primer y segundo verso y alcanzando notas muy altas durante el estribillo. Nuevamente destaca mucho la batería de Max Portnoy, ya que en la intro se puede notar claramente su influencia en bandas como Slipknot y Korn, de hecho pareciera que la batería fue grabada por el mismísimo Joey Jordison.  Y de nuevo tenemos un apartado lírico oscuro, el personaje da una especie de introducción de lo que le sucede, que está encerrado con su madre, que no lo deja en paz, que nunca lo quiso porque ella quería una hija en lugar de un hijo y por ese mismo motivo lo viste como mujer, que se auto-mutila, escucha voces en su cabeza y que en lugar de intentar solucionar su situación hace su mejor esfuerzo por retorcer aún más sus pensamientos.  

La cuarta pista es ‘Overconfidence’, aquí podemos notar que los arreglos que hay con percusiones, samplers y teclados van a estar presentes en todo el disco, también hay scratch de DJ y todo tipo de sonidos, por si había alguna duda que el Nu metal es la principal influencia de la banda. De nuevo Justin se encarga de que nos aprendamos fácilmente las letras, rapeando la primer estrofa sobre una línea de bajo escalofriante. Aquí el protagonista de la historia intenta escapar de su encierro, manipulado por la voz que escucha en su cabeza, que él cree que se trata de su conejo de peluche Lobifu, solo para ser atrapado y luego castigado por su madre.  Seguimos con ‘Placenta’, un clásico de la banda, fue el primer sencillo que presentaron en 2018, sencillo que nos sorprendió a todos con su brutalidad y variedad de voces, que hay desde growls, fry screams hasta pig squeals y otras técnicas vocales que no sabría cómo definir. Además incluye el primer solo de guitarra del disco. En este punto, Kungan analiza varias opciones para deshacerse de su madre y  por primera vez considera la opción de asesinarla.

La banda lleva su ferocidad a otro nivel en ‘L.E.D.’ a puro hardcore, aniquilando todo en los breakdowns y un estribillo para perder el cuello de tanto headbang. Otra cosa que pasa a otro nivel son los screams de Justin que, cuando uno creía que ya no había nada más que este vocalista pueda hacer, te deja boquiabierto para el final de la pista. El apartado lírico cuenta los problemas metales, de identidad mayormente, por los que está pasando Kungan, a tal punto que toma la decisión de autocastrarse, cosa que lleva a cabo en la siguiente pista ‘The Silo’. Ésta pista es la mas lenta y tranquila de todo el disco e incluye el segundo, y último, solo de guitarra que vamos a escuchar. 

El disco sigue con ‘We, The Sad’, otro de los clásicos de Tallah ya conocido por los fans, y es probablemente la mejor canción en ‘Matriphagy’. La intro es muy interesante, con un ambiente triste, donde tenemos a Derrick Schneider tocando la melodía de guitarra que más vamos a recordar del disco,  la cuál va evolucionando durante la canción. Misma sensación con el estribillo; muy pegadizo, muy bien ejecutado y se queda en tu cabeza una vez finalizada la canción. El concepto representa los demonios internos con los que uno lidia día a día, que se multiplican y pueden terminar por consumirte y controlar tus acciones. Cosa que le sucede a Kungan, ya cegado por su depresión, llega a la conclusión de que su madre es la culpable de todo y decide acabar con ella.

En ‘Too Quick To Grieve’, si prestamos atención, notamos la química que hay en la banda. Cada golpe de batería va perfectamente sincronizado con cada nota de guitarra y bajo. Cada uno haciendo pequeños arreglos individuales, que  da mucho color y variedad a la canción. Destaca mucho también la versatilidad de la voz, adaptando cada nota a lo que generan lo demás instrumentos, ya sea rapeando, gritando o con voz limpia. Y por supuesto en segundo plano siguen presentes sumando elementos los sonidos con DJ y samplers, las percusiones y el teclado.  ‘Cottonmouth’ es la pista mas corta del registro, siguiendo la misma linea que la anterior. En éstas dos últimas pistas el apartado lírico ya es totalmente violento, retorcido y macabro, entendemos que el personaje se divierte desmembrando y comiendo el cadaver de su madre. 

Llegando al final tenemos a ‘Murder Seed’ con la misma intensidad que todo lo anterior. Lo interesante, y  curioso, de esta pista es que Justin utiliza frases en Patois, Patua o Patwa Jamaiquino durante el estribillo de la canción.  Luego de la instrumental ‘the borderline of pain’ el disco tiene un cierre demoledor con ‘Red Light’, otro de los clásicos que la banda había incluido en su EP de 2018. En cuanto al final de la historia de ‘Matriphagy’, Kungan se da cuenta que no puede escapar de su encierro, ya que la única salida del establecimiento requiere un código electrónico que desconoce. Y de ahí en adelante, la letra de la última pista puede dar a entender varias cosas. Una que alguien desde afuera logra entrar a la casa, ya sea la policía o cualquier autoridad, y descubre la impactante escena del crimen. O simplemente es Kungan hablando solo y alucinando que alguien lo encuentra. 

En conclusión, lo que hace diferente éste lanzamiento de cualquier otro que hubo este año, y el motivo por el cual personalmente me ha gustado mucho, es que trae innovación, un sonido nuevo, fresco. Sin mencionar el significado conceptual del disco que, según yo, esto puede variar según el oyente, es cómo te puedes enfermar de la cabeza a raíz de querer complacer o controlar las necesidades o deseos de otros, es decir, de la sociedad. Con ‘Matriphagy’, Tallah deja la vara muy elevada no solo para esta nueva generación de bandas, sino para los lanzamientos de bandas que ya tienen su lugar ganado en el género. 

‘Matriphagy’ ya está disponible. Los puedes escuchar en Spotify, Bandcamp, Deezer, Apple Music y en todas las plataformas digitales. También puedes comprar tu copia en webstore.earache.com/tallah.

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Sello: Earache Records

‘Matriphagy’ Tracklist:

1. [redacted]

2. No One Should Read This

3. Kungan

4. Overconfidence

5. Placenta

6. L.E.D.

7. The Silo

8. We, The Sad

9. Too Quick To Greive

10. Cottonmouth

11. Murder Seed

12. the borderline of pain

13. Red Light

VIDEOS OFICIALES

TALLAH – MATRIPHAGY EN VIVO COMPLETO

TALLAH – L.E.D.

TALLAH – Overconfidence

TALLAH – We, The Sad

TALLAH – The Silo

TALLAH – Placenta 

TALLAH – Red Light

 

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