Hace ya algunos años, Pink Floyd reeditó su enorme catálogo, y salieron cosas muy interesantes. Los box-set: ‘The Early Days’ y ‘The Later Days’, con mucho material inédito, fueron un verdadero deleite para los fans. Incluso el último disco, ‘Endless River’, nos tomó por sorpresa, y la banda se embarcó en una enorme campaña de marketing, bajo el rótulo de ‘Why Pink Floyd?’.
Es casi un mito, todos alguna vez han escuchando el nombre de Pink Floyd, y por lo menos han tarareado algunas de sus canciones. La idea de la campaña de marketing, era poner nuevamente en las tiendas, discos que fueron olvidados hace tiempo. Seduciendo también al coleccionista, ofreciéndole material inédito. Al respecto, los discos más conocidos fueron reeditados en cofres de lujo y el único que quedó fuera, es el Animals.
El primero en pronunciarse al respecto fue Roger Waters, estableciendo que David GIlmour se opuso a la reedición del disco. James Guthrie, viejo colaborador de la banda, lo remezcló, pero el disco no saldrá a la venta mientras Gilmour y Waters no resuelvan sus diferencias. Y el centro de la disputa, como no podría ser de otra manera son las regalías.
Quién hizo qué y en qué momento, las canciones del ‘Animals’, la banda las venía trabajando desde 1973, y fueron un esfuerzo grupal. En 1976, Roger Waters, reclamó para sí el control creativo de la banda e impuso sus ideas, reduciendo al mínimo la contribución de los otros miembros del grupo. Gilmour, secundado por su esposa, está reclamando el espacio que el corresponde, porque el también contribuyó el disco, algo pocos recuerdan.
Waters y Gilmour reconocieron que el disco no será reeditado, pues la notas que lo acompañan, y que fueron redactadas por Mark Blake, biógrafo de la banda y editor en ‘Classic Rock’, contienen desinformación y mentiras, a juicio de David GIlmour, que exigió su remoción. Ninguno dará el brazo a torcer, y la reedición del ‘Animals’, que todos esperamos, quedará archivada hasta nuevo aviso.
Como represalia, Waters publicó, el ensayo de Blacke, su página y lo pueden leer aquí. Y una cosa queda clara, Gilmour y Waters, jamás podrán resolver sus diferencias.