Con el lanzamiento del último trabajo de Sôber, `Elegía´, la banda madrileña ha vuelto a estar en un gran número de publicaciones y portales de noticias logrando un número 2 en la lista general de ventas en España.
La banda no ha parado desde hace varios años y recientemente el vocalista/bajista de Sôber, Carlos Escobedo señaló el `Black Album´ de Metallica como `el mejor disco que se ha hecho en este puto planeta´, su hermano Jorge Escobedo ahora recuerda la experiencia de haber compartido escenario con la banda de San Francisco.
La historia comienza en el Doctor Music Day que se llevó a cabo en 2003 con un cartel lleno de pesos pesados entre los que se encontraban Metallica, Linkin Park (que fueron sustituidos por Evanescence), Zwan y Stone Sour, hasta el Rock in Rio Madrid en 2010, en donde el Escenario Mundo contaba con tres nombres: Metallica, Mötorhead y Sôber.
En la entrevista con Juan Destroyer de MariskalRock Jorge comenta sobre las guitarras que usó en esos conciertos. `Hay una guitarra que se me olvida, que es con la que he grabado el 85 o 90 por ciento de mis guitarras, una LTD Grynch, el modelo de James Hetfield, la Vyper, la que tiene llamas. Es una guitarra que me ha acompañado mucho en toda la época de Sôber, es barítono… Una LTD pero es Custom Shop y vale un pastizal. Es la mismísima que lleva él.´
`Anecdóticamente, la primera vez que tocamos con Metallica, se subió al escenario él, se acercó a mi multistand, que llevaba yo en ese momento siete u ocho guitarras, se quedó mirándola, fue y la cogió. Fue como: Coño, llevas mi puta guitarra, cosa que me jodió mogollón. ¿Tú quien eres para tocar mi puta guitarra? Le faltó decir: Soy James Hetfield.´
Una confianza que podría parecer hasta simpática, muy diferente al trato que el staff de Metallica tuvo hacia los grupos una vez que terminaran su concierto. `Nos dijeron: ustedes, Evanescence, Stone Sour y no sé quién más, os vais a tomar por culo, y no los queremos ver en diez kilómetros a la redonda. Y nos echaron del escenario. Aún así luego nos colamos, no sólo en el escenario, sino que estuvimos en la mezcladora viendo el concierto de Metallica. Nos colamos en el escenario, nos hicimos pases falsos, no tuvieron compasión con ninguno.´
Vuelve con Hetfield y las anécdotas vividas con él: `Èl estaba paseándose por el escenario cuando estábamos en la prueba de sonido, mientras estábamos tocando salió varias veces, igual en el Rock in Rio, que hay un video grabado que emitió TVE, de la actuación de Sôber, que yo estoy haciendo una parte rítmica normal de una canción, que no venía a cuento la exaltación del público, y de repente escucho el ruido de la gente gritando y yo pensé: Joder, que guay lo estoy haciendo. Pero me di la vuelta y estaba James Hetfield, apoyado en el amplificador, a un metro, haciendo una especie de gesto de: Ok, de puta madre, al público y a mí y fue como: Amigo, que no era por mí, era por Hetfield.´
`Él se pasea por el escenario tranquilamente, coge tu guitarra, la mira, se queda como diciendo: ¡Wow!´. Sigue contando Jorge. `De hecho, había una, que le dijo al road manager que por qué esa guitarra la tenía yo y a él no le habían dicho nada. Mola, porque el guitarrista de Evanescense también tenía otra, y se quedaba Hetfield como diciendo: De este modelo no me han avisado y mola mogollón.´
`Pero él se permitió el lujo de coger mi guitarra del multistand, mirarla, levantarla y cogerla, como diciendo: este es mi escenario, aquí la gente viene a ver a Metallica y yo hago lo que quiero. Pero después, cuando acabaron las actuaciones de los grupos, a todos nos echaron del escenario, y no sólo del escenario sino de toda la zona del backstage. De todo, había que estar a dos kilómetros a la redonda. En el público sí, pero toda la parte de atrás, sólo su gente. Llevan como ocho o diez furgonetas, la hostia de las cosas, pero nosotros nos curramos una historia muy guay, y no solamente nos quedamos, sino que nos subimos al escenario a ver el concierto.´