A Jason Newsted a finales del 86, le toco uno de los trabajos más difíciles del mundo de la música dura: ocupar el puesto del grande de los grandes, Clifford Lee Burton (Cliff Burton), trágicamente fallecido unas pocas semanas antes.
Para Newsted, en ese momento de 23 años, bajista de los thrashers de Arizona Flotsam y Jetsam, la oportunidad de hacer una audición para el papel de bajista en Metallica, dejada vacante por el trágico fallecimiento de Cliff Burton el 27 de septiembre de 1986, fue una experiencia de las más grandes y fuertes que se hubiera podido imaginar: ‘Solo estar entre ellos fue muy especial’, le dice el músico nacido en Michigan a Metal Hammer, en una de las 40 nuevas entrevistas publicadas en un número especial de ‘Metallica 40′, celebrando por el cumpleaños 40 de las superestrellas del metal californiano.
Jason no voló a San Francisco en el otoño de 1986 solamente como un fanático más de Metallica: ‘Entré totalmente preparado y confiado’, recuerda hoy. Fue el último hombre en audicionar para James Hetfield, Kirk Hammett y Lars Ulrich.
Luego el bajista emergió rápidamente como uno de los favoritos para el puesto y poco después del vuelo de regreso, cuando Newsted apenas había aterrizado en Phoenix, Arizona, Ulrich lo llamó para pedirle que regresara a California para unirse a Metallica. ¡Prueba completa!
‘Esa noche, era el tercer día que tocaba con los chicos, creo que me quedé a pasar la noche en San Francisco por primera vez’, recuerda Newsted.
‘Esa tercera noche, hicieron que ‘los ancianos’ vinieran para dar su bendición: Torben Ulrich, los señores Burton, un par de chicos del equipo y gente que había estado allí desde el principio… Logramos escuchar alrededor de seis melodías: Master, Fade To Black, Bell Tolls, entre otras’.
‘Así que me estoy recomponiendo por un segundo, bajando el bajo, apagando el amplificador de Cliff, ¡estoy tocando el puto amplificador de Cliff! Jan Burton, la madre de Cliff entra a la habitación sola, me agarra y llama mi atención. Ella dice: ‘Buen trabajo, hijo’ y yo digo, ‘¡Oh, mierda!’. Me abrazó, y pareció que había pasado bastante tiempo, y dijo: ‘Tú eres el indicado, debes ser el indicado’. Por favor, mantente a salvo, te amamos ‘, y me dio un beso. Eso fue hace 35 años y nunca jamás lo olvidaré’.
Solo una palabra describe esta historia: ¡Épico!
Rest in Power Cliff!