Cada cierto tiempo, sale alguna figura prominente de la música a sentenciar la muerte del Rock. Gene Simmons lo suele hacer con mucha frecuencia y lo dice de manera muy tajante: el Rock está muerto y fue asesinado. Esto ha generado muchas controversias. Para el bajista, el Rock ya no es un negocio rentable, por ello es mejor dedicarse a otra cosa.
En cierta medida tiene razón, el Rock ya no es un fenómeno de masas, y en los 70 el género lideraba las listas de ventas, hoy en día en Rock es una expresión artística marginal. No es algo malo en sí y al respecto se ha escrito mucho, siendo una suerte de fetiche, hablar del tema cada vez que se presenta la ocasión.
Hay que decirlo fuerte y claro, el Rock no ha muerto, y jamás morirá. Mientras haya un resquicio de actividad humana, siempre quedará un rockero comedido por ahí. Desde luego, ya no es la vanguardia de la industria musical, pero ese nunca fue el objetivo, el Rock es una actitud, una forma de encarar la realidad, un modo de expresión, el grito de guerra de una generación.
El Rock ha mutado, y ha evolucionado; del Rock al Metal se produce un cambio decisivo, en el sonido, pero la actitud sigue siendo la misma: cuestionar los cimientos y la moralidad de cualquier sociedad. A finales de los años 70 el Rock se había convertido en algo demasiado pomposo e intelectual, provocando repudio. Bandas como Yes, ELP, Genesis, lo ejemplifican muy bien, pues sacaron discos cada vez más elaborados, acercándose peligrosamente de lo absurdo.
Otras bandas, como Kiss, Rainbow, Nazareth o incluso Styx, viraron hacia el pop, desatando encarnecidas controversias. Mientras que las bandas legendarias, trataban de mantenerse a flote, Black Sabbath sacó discos muy raros y lo propio con Led Zeppelin y The Who. Esa forma de hacer música había caído en desmedro, y era necesario destruir al monstruo mítico, para hacer otro tipo de música.
Al parecer el Rock muere cada cierto tiempo, siendo rebasado por sus propias contradicciones y de ello, surgen nuevas tendencias reivindicando los mismos tópicos. Y el problema fundamental en todo esto es definir lo que entendemos por Rock, pues es uno de esos términos que todo el mundo invoca, sin saber a lo que hace referencia. Es lo gracioso en todo esto y el Rock es todo y nada al mismo tiempo.
En realidad, Rock, en inglés hace referencia a esa forma que tienen los adolescentes de mover la cabeza cuando escuchan una melodía, y luego comenzó a designar a un estilo en particular, una forma de música que deriva del Blues. Con el auge del Rock en los años 70, la palabra comienza a ser tomada como sinónimo de éxito. Y mucho todavía conservamos esa imagen, la cabellera dorada de Robert Plant, el símbolo del Rock en todo su apogeo.
Entre tanto muchas cosas han pasado y el Rock, ya como género musical fue rebasado. Queda como una reliquia, como un recuerdo de un tiempo mítico, venturoso, una realidad que supera la morosidad cotidiana. El Rock tal vez pasó de moda, pero de ser así, sería irrelevante, pues nunca fue una cuestión de moda, se trata más bien de una idea que le da forma a la realidad.
Cuando Steve Wilson sale a declarar, con ligera pedantería que el Rock ha muerto, reclama para sí una cierta actitud rockera, confirmando su estatus de super estrella de la música contemporánea. Jim Morrison hizo lo mismo en su momento; ya en 1967, sentenciaba la muerte del Rock, John Lennon hizo lo propio, y hasta Roger Daltrey hizo comentarios similares a finales de los 70 y finales de los 90.
Paradojas en un tiempo siempre ciclo en el cual la nostalgia por el Rock regresa con fuerza. Hoy en día, el Stoner o el Doom recuperan mucho de los elementos que el Rock popularizó. Bandas como Blood Ceremony, Kadavar, Church of the Cosmic Skull, Naxatras, Electric Octopus o Greta Van Fleet, retoman el legado del Rock, llevándolo por otros senderos. Muchos alegan que los Foo Fighters son la última gran banda de Rock, y sin embargo, Ghost ha logrando restablecer cierto interese por el Rock y la estética del Metal, incorporando elementos Pop.
Sería ingenuo considerar que las formas se mantienen estáticas, los años 70 ya están lejos en el imaginario, pero la música sigue y todos los años salen discos geniales en diferentes géneros y si seguimos hablando de todo esto es porque el Rock todavía no ha muerto.