Podríamos comenzar diciendo que originalmente la idea de Judas Priest en 1985 era sacar un álbum doble, compuesto de un disco con un sonido más tradicional y otro con nuevas tendencias, más comercial y más tirado al hard rock. El nombre sería ‘Twin Turbos’. La discográfica no estuvo de acuerdo con ese proyecto y en el año 1986 sale a la luz el nuevo álbum de Judas: Turbo. Un disco con gran presencia de sintetizadores y canciones más accesibles.
La recepción, tanto por parte de la prensa como de los fans, fue despareja: fue un disco despreciado y Judas tomada como ejemplo de banda ‘vendida’ y vista como ‘traidora’ por unos y alabado como ejemplo de una banda innovadora y, hasta cierto punto, revolucionaria, por otros. Lo cierto es que, comercialmente, fue un éxito: vendió más que ningún otro disco de Judas Priest hasta ese momento, sobre todo en los Estados Unidos.
Había que aprovechar el envión comercial. Fue así que la discográfica les pidió que entraran a grabar un sucesor ni bien terminaron la gira mundial de Turbo, en la que la banda seguía sonando poderosa como antes o incluso más. Esa época quedó plasmada en el grandioso álbum ‘Priest…Live!’, el segundo en vivo de la banda.
Es así que la banda entra a estudios a mediados de 1987 con algo de material ya compuesto, que originalmente había sido concebido para ‘Twin Turbos’. Iban a grabar el sucesor de ‘Turbo’ un año antes de lo planeado.
A fines de 1987 les acercaron la propuesta de hacer una versión de ‘Johnny B. Goode’ de Chuck Berry para la banda de sonido de la película del mismo nombre. Con anterioridad, Judas había preferido mantenerse fuera del mundo de las bandas de sonido, pero esta vez decidieron hacerlo, estando ya muy avanzados en la pre producción del nuevo álbum.
Glen Tipton comentó: ‘Grabar ‘Johnny B. Goode’ nos dio tal confianza en nosotros mismo, nos inyectó tal energía que el trabajo en el disco, que iba bastante lento, se revitalizó. Nos dimos cuenta de que esa inyección de adrenalina que nos había dado ‘Johnny B. Goode’ hubiera sido un tremendo error dejar que se disipara y por tanto, replanteamos y aceleramos la grabación, imprimiendo más dureza a los temas, más potencia y logrando recubrirlos de una energía que de otro modo, no estoy seguro que la hubieran tenido.’
Para inicios de Diciembre de 1987 comenzaron con la grabación del disco ‘Ram It Down’, terminando en marzo de 1988. El disco tuvo un sonido endurecido, con respecto a Turbo, pero manteniendo cierto aire ‘moderno’, como por ejemplo en el sonido de ciertas guitarras, resultando un disco perfectamente dentro del Heavy Metal, pero con toques contemporáneos. Fue grabado en PUK Studios, en Dinamarca, donde se habían grabado los cuatro temas originalmente hechos para ‘Twin Turbos’. Allon le puso un efecto de eco a la voz en casi todo el disco.
Y así, el 17 de mayo de 1988 salía a la calle ‘Ram It Down’, con 10 temas, incluyendo la versión de ‘Johnny B. Goode’, cuatro temas que fueron hechos para el fallido ‘Twin Turbos’ (‘Ram It Down’, ‘Love You To Death’, ‘Hard As Iron’ y ‘Monsters Of Rock’) y cinco temas nuevos
‘Ram It Down’ es el encargado de abrir la placa. Un grito sobrecogedor de Rob Halford sirve de aviso de lo que vendrá: un tema potente, veloz, ganchero, con gran lucimiento de Halford, solos de guitarra impresionantes. Un tema en la vertiente de ‘Freewheel Burning’ que se podría interpretar como un adelanto de ‘Painkiller’, que llegaría dos años después. El final, con el ‘loop’ de Halford, repitiendo ‘razing the place to the’ sobre un grito del mismo, eriza la piel.
‘Heavy Metal’ parece ser una de las varias declaraciones de principios del álbum, respuestas a las acusaciones de traición al Metal: ‘Heavy Metal, Heavy Metal. What do you want’, dice el estribillo. Halford se luce también en este tema que recuerda en su estribillo a ‘Rock Hard, Ride Free’. La guitarra del inicio es muy buena y es un preludio apropiado de lo que se viene.
‘Love Zone’, arranca con la batería sola, marcando un ritmo atrapante. Uno de los temas con más cercanía a la época del anterior ´Turbo’, sobre todo por la producción de la batería y las guitarras. Una pieza Rockera, más simple, aunque de buen gusto, con un excelente trabajo de Halford.
‘Come And Get It’, gran canción en el más puro estilo ‘Judas Priest’, con cuero y tachas, melodía ganchera, gran tratamiento de guitarras. Halford de nuevo parece responder a las acusaciones hacia la banda: ‘Do you like it heavy/Do you love it mean/Do you want it dirty/We don’t play it clean… If you want it/Come and get it’. Un buen ejemplo de que Halford es mucho más que sus agudos.
‘Hard As Iron’ es de lo mejor del disco, Heavy Metal desbordante, en la más pura vertiente de la banda, riffs efectivos, solos increíbles, base aplastante y Halford…siempre Halford. La batería de Holland realmente se luce en este tema, doble bombo a mil que ayuda a armar una base demoledora aunque impecable. Muy efectivos efectos de truenos mezclándose con la voz de Halford solo ayudan a mejorar la pared sonora que es este tema. ‘Earthquake, breaks the Richter scale…’ es una descripción apropiada.
‘Blood Red Skies’ empieza como una balada, con guitarras acústicas con la voz de Halford, para después pasar a ser un tema de medio tempo que nuevamente recuerda mucho a la época ‘Turbo’. Otro tema en el que se puede apreciar la riqueza y versatilidad de la voz de Halford.
‘I’m Rocker’ tal vez sea otra de las respuestas de la banda, esta vez en un tema con aires de himno. La dupla Downing-Tipton ayuda a levantar el tema, destilando buen gusto en el tratamiento de las guitarras. Después del solo, hay una forma distinta del estribillo, casi susurrada para luego volver al formato original.
‘Johnny B. Goode’ debe ser una de las versiones más logradas de este clásico de los 50’s. A tal punto que en gran parte del tema pareciera que lo único que se mantiene del original es la letra. Una versión realmente Heavy Metal, con mucha fuerza y dureza. No debe ser nada fácil darle una vuelta de tuerca tan marcada a tamaño clásico de la historia del Rock’n’Roll. Simplemente genial.
‘Love You To Death’ un tema clásico de Judas Priest, un látigo que rememora a los tiempos de ‘Killing Machine’, poniéndose más oscuro durante los solos. Si bien no ofrece nada nuevo, tampoco podemos decir que es un mal tema.
‘Monsters Of Rock’ una máquina pesada encargada de cerrar la placa. Lenta, parece arrastrarse hacia el final, guitarras pesadas y una atmósfera opresiva, tal vez sea una alusión sonora a las fábricas de metalurgia de su juventud. Un buen cierre para este disco.
‘Ram It Down’ fue en cierta forma decepcionante en su momento, aunque vendió 500 mil copias en Estados Unidos, siendo Disco de Oro. Sin embargo es un disco que con el tiempo empezó a ser mejor apreciado por fans y crítica. Fue una vuelta al Heavy Metal después de la experiencia ‘Turbo’. Fue el último disco producido por Tom Allom hasta el disco en vivo ‘A Touch Of Evil’ y hata ‘Firewind’ en un disco de estudio. También fue el último disco con el baterista Dave Holland.
Podemos considerar a ‘Ram It Down’ un disco de transición entre el conflictivo ‘Turbo’ de un par de años antes y un clásico que llegaría un par de años después. ‘Painkiller’. Pero esa es otra historia.
Formación de Judas Priest en ´Ram It Down’
Glen Tipton – guitarra
K. Downing –guitarra
Dave Holland – batería
Rob Halford – voz
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