Dogma poder, sensualismo y metal en una noche inolvidable

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El pasado domingo 1 de junio de 2025, el legendario Circo Volador fue escenario de un ritual sonoro inolvidable: la presentación de Dogma, la explosiva banda de metal gótico y metal alternativo integrada por mujeres que están rompiendo esquemas en la escena internacional. El resultado fue una noche cargada de energía, sensualidad y pura devoción al metal.

Dogma: Poder femenino que conquista con riffs, estética y actitud

Dogma no es una banda cualquiera: son un fenómeno. Su propuesta combina el misticismo del goth metal, la contundencia del metal moderno y un aura sensual que no pasa desapercibida. En cada show, demuestran que el poder femenino en el metal no solo está más vivo que nunca, sino que está arrasando escenarios por todo el mundo.

El Circo Volador: testigo de una misa pagana con fuego y pasión

Desde el primer minuto, la atmósfera en el Circo Volador se transformó en algo hipnótico. Entre luces en tonos púrpura, humo teatral y una presencia escénica imponente, Dogma hizo su entrada triunfal frente a un público completamente entregado.

Los riffs potentes, los blast beats que hacían temblar el suelo, y la presencia sensual y segura de cada una de las integrantes, generaron una experiencia multisensorial. Cada canción era una combinación perfecta de fuerza y elegancia, de agresividad musical y misticismo visual.

El público mexicano —conocido por su pasión y entrega— respondió con la misma intensidad. entrega, gritos, coreos y una conexión emocional profunda se hicieron presentes en todo momento. Fans ondeaban banderas, levantaban carteles y cantaban cada letra como si fuera una oración blasfema.

“Like A Prayer” como nunca la habías escuchado

Uno de los momentos más impactantes de la noche fue cuando Dogma interpretó una sorprendente y poderosa versión de «Like A Prayer» de Madonna. La banda transformó este clásico pop en un himno oscuro y visceral, combinando belleza, agresividad y una puesta en escena cargada de teatralidad. El público explotó. Nadie se quedó indiferente ante semejante interpretación.

Un tributo a los dioses del metal

Como si no fuera suficiente, Dogma rindió homenaje a las leyendas del metal con un bloque especial de covers brutales que incluyeron joyas como «The Trooper» de Iron Maiden, «Symphony of Destruction» de Megadeth y «Raining Blood» de Slayer. La precisión de los riffs, la ferocidad de los tambores y la intensidad vocal hicieron justicia a estos clásicos.

El público, visiblemente emocionado, respondió con ovaciones, coros ensordecedores y puños en alto. Fue un recordatorio de que Dogma no solo respeta a sus influencias, sino que sabe cómo honrarlas en su propio lenguaje.

Belleza, brutalidad y conexión espiritual

El show de Dogma fue mucho más que un concierto: fue una experiencia inmersiva que combinó música explosiva, performance escénico, espiritualidad gótica y un toque de sensualidad muy bien ejecutado. Las integrantes demostraron que el metal no entiende de géneros ni fronteras, y que la pasión se manifiesta en muchas formas, desde un blast beat hasta una mirada intensa desde el escenario.

La conexión con el público mexicano fue auténtica, poderosa y llena de gratitud. Dogma prometió volver… y después de una noche como esta, miles de fans ya los esperan con ansias.

No podemos cerrar esta nota sin reconocer a quienes hicieron posible esta noche inolvidable. Gracias a Chamuco por la impecable organización, a IDL Entertainment por seguir apostando por shows de calidad internacional, a Ian Di Leo y a todo el personal del Circo Volador por su profesionalismo, calidez y compromiso con la escena metalera mexicana. ¡Eventos como este reafirman por qué el Circo Volador es un templo del metal en la CDMX!