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La leyenda del metal y ex baterista de Slayer, Dave Lombardo, nombró lo que él considera los cinco mejores álbumes de punk de todos los tiempos.
Hablando en exclusiva en el último número de Metal Hammer, Lombardo responde preguntas de los fanáticos, uno de los cuales le pide que haga una lista difícil.
“¡Oh, wow! ¡Uno fácil ahí!” bromea, antes de continuar: “Minor Threat’s Out of Step, Circle Jerks‘ Group Sex, Dead Kennedy’s In God We Trust… oh, man… GBH’s Leather, Bristles, Studs And Acne y… uno más… .DRI’s Dealing With It. Eso es lo que recuerdo, es con lo que crecí. Hay otros, pero se destacan”.
Continúa agregando un contendiente adicional: “Oh, The Exploited, fueron increíbles, todavía lo son. Mr.Bungle hizo una versión de Fuck The USA recientemente y fue muy divertido. Me gustaría agregar The Exploited también”.
Después de su salida de Slayer en 2013, Lombardo ha participado en muchos otros proyectos, incluida la batería en el lanzamiento de Mr Bungle en 2020, The Raging Wrath of The Easter Bunny Demo, con el líder de Faith No More, Mike Patton. En la nueva entrevista de Metal Hammer, también se le pregunta a Lombardo sobre la primera vez que conoció a Patton.
“Nos conocimos en el último show de Faith No More antes de que hicieran una pausa en los 90”, responde. “Robert Trujillo estaba allí. Todos estábamos sentados detrás del escenario, nos conocimos y comenzamos a hablar sobre música, lo que estaba haciendo después de Slayer [Lombardo dejó Slayer anteriormente en 1992 antes de regresar para su última etapa en 2001]. Esa fue la primera vez que nos vimos. ¿Mejores recuerdos? Hay tantos buenos recuerdos con ese chico, es difícil identificar uno. Aquí hay uno; con Fantomas [supergrupo de metal experimental con Lombardo, Patton, Buzz Osborne de Melvins y Trevor Dunn de Mr Bungle], tocábamos un espectáculo, salíamos del escenario y para el bis había escrito una canción que nunca se había grabado, pero solíamos reproducirlo en vivo”.
“Buzz y Trevor salían, Patton y yo nos quedábamos detrás del escenario y tocábamos este riff monótono, durante 2 o 3 minutos, y nos sentábamos allí, tomábamos y conversábamos. ‘¿Nos vamos ahora?’”. Nah, solo hazlos esperar un poco más’ y luego eventualmente salíamos, tocábamos ese riff y siempre era un momento increíble”.