El pasado domingo 27 de septiembre se conmemoró un año más de la partida del icónico músico californiano.

La madrugada del 27 de septiembre de 1986, los miembros de Metallica se encontraban en carreteras suecas, por las que se desplazaban en su autobús de gira.

Todo transcurría con una relativa calma, un juego de cartas sería el encargado de decidir el destino del bajista Cliff Burton. Así lo narra Kirk Hammett en una entrevista exclusiva para el canal MTV Music Television, “La primera carta que Cliff sacó fue un As de espadas…me miró y dijo: “quiero tu litera” y yo le dije: no hay problema, toma mi litera, yo dormiré al frente, probablemente sea mejor”.

El guitarrista continúa narrando los hechos que sucedieron en las primeras horas de ese fatídico sábado, “y más tarde esa noche como a las cinco o seis de la mañana, escuché chillidos de llantas, una vibración y luego iba flotando por los aires… creí que habíamos rodado por un abismo”. John Marshall, técnico de guitarras de la banda cuenta ese instante previo del accidente, “el conductor trató de corregir el rumbo para poder volver a la carretera y al hacerlo la parte trasera del autobús comenzó a saltar, saltar y saltar”.

Lars Ulrich describe la situación como “terminamos dando vueltas en el aire, como ropa en una lavadora”; pero sin lugar a dudas uno de los testimonios mas impactantes es el de James Hetfield: “Me desperté y el café caliente se derramó todo sobre mi…salía de una de las cafeteras, el bus estaba de lado”. La angustia y la incertidumbre se apoderaban minuto a minuto de los sobrevivientes del accidente, Kirk pensaba en que el autobús podría estallar, Lars escapó de un salto y corrió tan rápido como pudo para ponerse a salvo y James miraba fijamente la aterradora escena.

Inmediatamente todo se convirtió en un verdadero caos, todos gritaban, todos buscaban una explicación lógica a lo sucedido, todos estaban a salvo, meno uno…Cliff Burton.

El conductor del autobús gritaba histéricamente mientras que Hammett se dio vuelta y descubrió la imagen más aterradora que jamás haya podido ver en su vida, las piernas de Burton salían por debajo del autobús, Hetfield se negaba a aceptar lo ocurrido y sacudía el cuerpo sin vida de su amigo, pero el jamás despertó.

La adrenalina por el accidente poco a poco comenzó a bajar y algunos de los sobrevivientes del accidente trataron de levantar el autobús, aún tenían personal técnico atrapado en su interior, todos los esfuerzos fueron en vano ya que el pesado automóvil volvió a caer sobre el cuerpo de Cliff y esto hizo que las esperanzas de rescatarlo con vida se esfumaran.

Esto marcó de manera especial al guitarrista líder de Metallica quien asegura que no recuerda lo que sucedió en las siguientes horas del incidente.

James por su parte, enfrentaba al conductor de autobús con preguntas tales como: “¿Qué pasó?, ¿Estabas despierto?, ¿estabas borracho?” a lo que simplemente él respondía: “oh le dimos a un bloque de hielo”, insatisfecho por la respuesta del culpable de lo sucedió, el líder de la banda recuerda que salió en ropa interior y medias a recorrer kilómetros y kilómetros en busca del supuesto bloque de hielo que nunca encontró, nuevamente la ira se apodero de su mente y le enfrento nuevamente “¿dónde está el supuesto bloque de hielo?, no vi ningún bloque de hielo, voy a matarte! aquí mismo voy a matarte!”.

Bajo Rickenbacker 4001 en el salón de la fama del Rock and Roll con Metallica, el 4 de abril de 2009

Con una fama de bebedores muy bien ganada, los sobrevivientes de Metallica, regresaron al hotel y no tenían otra cosa que hacer, beber, beber y beber. La pena y la tristeza estaban enloqueciendo a la voz líder de la banda quien en un alto grado de de consumo de alcohol solo podía gritar en la calle: “Cliff, Cliff donde estás amigo? Mientras Hammett encerrado en su habitación no podía parar de llorar.

Con tan solo 24 años de edad, Cliff Burton perdía la vida en la carretera de Dörarp, Suecia. Las percepciones de las agrupaciones que salen de gira siempre serán las mismas, nada puede salir mal, ¡esto es rock n´roll! Nadie va a morir, pero la realidad es otra, la gente muere, esas cosas pasan y son situaciones difíciles de aceptar.

Hoy en día Kirk sigue recordando el accidente y continúa pensando lo mismo: “pude haber sido yo, esa sensación nunca me ha dejado”.

De esta manera se terminaba la vida de uno de los mejores bajistas de toda la historia de Thrash Metal, Clifford Lee Burton, quien abandonaba este plano terrenal y dejaba un gran vacío en el ámbito musical norteamericano, sin lugar a dudas este es solo uno de esos casos en que la celebre frase “Vive rápido, muere joven y deja un bonito cadáver” cobra un verdadero sentido, Cliff donde quiera que estés… Gracias por tu hermosa música.

Enlaces:


https://www.youtube.com/watch?v=lRArbRr-61E

 

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