No cabe duda que Linkin Park es una de las bandas que más ha evolucionado desde su creación en 1996. Empezaron como una agrupación insignia que coqueteaba mucho con géneros fuertes como el punk e incluso a veces el nu metal, pero que también se han mantenido fieles a buscar siempre sonidos característicos que no se escuchen normalmente dentro del rock contemporáneo.
Desde su primer álbum, ‘Hibrid Theory’, quedó claro que estos muchachos de California no tenían miedo de tomar riesgos creativos, y les ha funcionado muy bien durante toda su carrera. El disco ‘A Thousand Suns ‘ oficialmente está cumpliendo 10 años el día de hoy, y parece justo hacerle un pequeño homenaje hablando de su producción, las sorpresas que nos trajeron en ese año, y como aún con Chester en algún lugar del universo, tanto el disco como la banda siguen siendo trascendentes.
EL MIEDO HECHO CANCIÓN
Linkin Park tomó muchos riesgos con respecto a la música de este álbum por varías razones. Se trataba de poder componer un álbum conceptual que tomará el miedo de las personas a un enfrentamiento nuclear, lo peligroso que las ideas de la humanidad con la tecnología avanzada resultaría y la ansiedad por el futuro general del mundo. Shinoda se encargó específicamente de la producción de todo este álbum junto con Rick Rubin, productor que ya les había ayudado anteriormente con ‘Minutes to Midnight’.
Pero no solo el concepto del álbum fue arriesgado (pues está claro que no muchas bandas han hablado de catástrofes nucleares) sino también la incorporación de sonidos que no eran muy comunes en el género del rock, nu metal, punk, entre otros. Al final, los muchachos de Linkin Park siempre han sido honestos al momento de componer sus canciones. El sonido que los caracteriza es ese que no puedes identificar de primera mano.
La banda tuvo críticas divididas cuando el álbum salió a la luz, puesto que era una evolución que sus fanáticos no esperaron, pero que no le quitó ningún tipo de mérito en cuanto a composición y producción a la banda. Linkin Park sonaba futurista, y con el concepto de por medio, era un futuro algo inquieto.
GRABACIÓN Y PRODUCCIÓN POCO CONVENCIONAL
Si algo quedó claro para Linkin Park es que la idea de un álbum conceptual era intimidante, y que lo único que esperaban era tener un trabajo de calidad en cuanto a las canciones, lo cual les estaba costando mucho más de lo habitual, pues no sentían que habían un concepto tan claro, y en algunas canciones tenían dificultad para poder escribir las letras.
Rubin entonces les sugirió que usaran la técnica de la escritura automática, un método que se trata de ‘fingir que se sabe la letra’ para encontrar los fonemas que se adapten a la música y de esta manera poder escribir la canción de una manera más rápida. Funcionó para la canción ‘Blackout’ del álbum, y funcionó para otro resto de canciones más.
Finalmente, el álbum que conocemos terminó dentro de la categoría como conceptual, dejando a la banda satisfecha, pero con mucho cansancio, pues afirman ser perfeccionistas y querían que ‘A Thousand Suns’ fuera lo más perfecto posible, sin alejarse de la diversión que sentían al componer o al tocar, pero tomando riesgos para poder crecer incluso como artistas.
EL DISCO, MÁS DE MIL SOLES DESPUÉS
Han pasado aproximadamente 3.692 soles desde que el álbum nació, y no ha habido día en que los fanáticos más acérrimos de la banda no hayan discutido por el mismo. La división es la de siempre en todas las bandas, que el disco fue muy futurista, o que el disco no es la esencia de la banda. Sin embargo, si algo hay que tener en cuenta es que tanto Shioda como el resto de la banda decidieron hacer de esta producción una memorable para que pudieran incluso descubrirse ellos mismos en el trabajo compositivo de la banda, dejando de lado los lugares que ya eran cómodos para ellos y tocando y experimentando con otro tipo de relatos musicales.
En una entrevista Shioda menciona que después de mucho tiempo, él entiende que el álbum no fue conceptual al estilo de una rock opera, sino que fue ‘multiconceptual’, manejando la relación humano-tecnológica que en estos momentos es muy adaptado a la realidad.
Escuchar ‘A Thousand Suns’ en estos momentos es una muestra de que no importa cuánto tiempo pase, Linkin Park se mantiene vigente con sus letras profundas y con su música fuerte. A pesar de que Chester Bennington se haya ido de este plano terrenal, la inmortalidad le favorece si solamente buscamos un disco de Linkin Park en cualquier plataforma, y sentimos su grito desgarrador, que es el nuestro, por un mundo con más arte, y menos oscuridad.
El tracklist de ‘A Thousand Suns’ es:
The Requiem
The Radiance
Burning In The Skies
Empty Spaces
When They Come For Me
Robot Boy
Jornada Del Muerto
Waiting For The End
Blackout
Wretches And Kings
Wisdom, Justice and Love
Iridescent
Fallout
The Catalyst
The Messenger
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