Las mejores reseñas en HEADBANGERLA
Una noche al mes en Montevideo tiene lugar una fiesta con una intención y propósito claro, regresarte aunque sea un rato, de vuelta a la década de los noventa.
Algo que arrancó como una juntada de amigos, hace ya más de 5 años, hoy es toda una tradición que convoca un importante marco de público mes a mes.
Para esto el sótano de Tazú (actualmente rebautizado como Under Bar) se ambienta para la ocasión con decoración que recuerda a la época (casettes y vhs pueden verse colgando) e incluso juegos arcade que quienes vivimos esos años aún los añoramos.
Parte del atractivo de la fiesta es no repetirse, y es por eso que cada mes viene con un motivo nuevo. El de este sábado 11 de octubre el mismo fue Halloween, por lo que a las decoraciones se le sumaron las películas de terror de la época (se podían ver unos Chucky en la entrada o unos Cuentos de La Cripta en las pantallas) y una invitación a ir disfrazados la cual, por suerte, mucha gente adoptó dándole un sabor totalmente distintivo a la noche.
Por suerte esta fiesta viene en código rock, para lo cual siempre hay propuestas en vivo realmente interesantes y muchas veces únicas.
Algunas veces se ha tratado bandas ya conformadas que rinden tributo a alguna banda en particular de los 90’s (recuerdo con mucho cariño por ejemplo la noche de Pearl Jam por Frank Lampariello o la de Faith No More por Post-Trauma) y otras veces son agrupaciones de notables músicos que se juntan específicamente por esa noche a rendir tributo a lo mejor del rock y/o del metal de esa época. Lo de este sábado fue un poco de ambos casos.
Quienes abrieron la noche fue Magika Soul que rindieron homenaje a lo mejor del rock alternativo de esa época.
Con una puesta en escena totalmente atrapante, en especial por un frontman que dejaba todo en el escenario, tanto por su performance como por su estética, la banda paseó con un setlist que iba desde Nirvana y los Ramones hasta los Pixies o R.E.M. El público el cual abarrotó la sala supo agitar, supo bailar, y después supo también esperar, ya que aún faltaba el plato fuerte.
Quienes siguieron no tenían nombre, ya que estaban tocando por primera y quizás única vez en este formato, específicamente para esta fiesta.
Pero los nombres de los músicos no eran para nada desconocidos, todo lo contrario, parte de la crema del Heavy Metal uruguayo estaba aquí presente.
Conformado por Gabriel Ordeix (ex – Apneuma, actual Septerium) y Alex Lezcano (Children of Dragon Maiden) en las guitarras, Federico Garcia (Crepar) en bajo, Sebastián Fernández (Epsilon, Ecliptica) en voz y el monstruo de Tote Fernandez (Dr. Rocka, Tensión, Fer O’ Smith, etc) en la batería, la banda se paseó por un muy acertado set list de metal noventero.
Abrieron directamente con “Cowboys From Hell” (Pantera) dejando bien en claro cual iba a ser la propuesta a partir de ese momento. Luego desfilaron enormes clásicos como “Symphony of Destruction” (Megadeth), «Enter Sandman» (Metallica), «Painkiller» (Judas Priest), además de un sentido homenaje a Ozzy Osbourne con “Get Me Through” y “Perry Manson” e incluso hubo tiempo para bajar la pelota al piso con “The Unforgiven”.
El público en todo momento agradeció con unos buenos pogos y una buena agitada dándole el toque necesario a lo que fue un gran show sin fisuras.
Siendo aproximadamente las 3 de la mañana la banda terminó, dando paso al pub para quienes quisieran quedarse tomando algo un rato más.
Yo de mi parte quedo a la espera de otro mes, y otro “Back To The 90’s” para poder volver, aunque sea por unas horitas, a esa década hermosa donde no había IA, no había autotune, pero había mucha buena música y mucho Rock and Roll.
About Author