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Slipknot sin duda es una de las bandas consentidas de los mexicanos. A penas el año pasado se presentaron existosamente en nuestro país, y en cuanto avísaron las fechas pertenecientes a la gira del 25 aniversario de su primer trabajo discográfico, la venta de boletos estalló.

Con dos fechas anunciadas en distintos puntos de la república, los fans estaban vueltos locos… y luego, llegó un anuncio repentino. Baby MetalKerry King y Orbit Culture se sumaban a estas presentaciones.

Fue un reto grande para Music Vibe. Había grandes expectativas de ambos eventos, se dieron cita más de 30,000 almas solo hablando de la presentación en Ciudad de México, y por último pero no por ello menos importante, se reunieron en un solo escenario agrupaciones internacionales que no tienen sino requerimientos de excelencia, por llamarles lo menos.

Pero se logró, ¡y de que forma!

Las ganas se notan.

Si, hay cosillas que mejorar, pero hay cosas que ojalá no cambien.

Como esa bonita práctica de poner puntos de sanitización afuera de cada área de baños.

O que los puestos de comida se sientan tan cómodos y protegidos como para decir ‘pa que no haya competencia desleal, todos los productos tienen un tope de precio de $150.°°’ , y entonces una hamburguesa llenadorísima o un jocho o burro mas grandes que la manota de tu amigo el orangutan, te costara 150 varitos, bien echa y bien servida, se vuelve un sueño hecho realidad.

Y si lo he criticado en otro eventos, debo también decir cuando está bien echa la zona de prensa. Enchufes por doquier, casilleros con candado para que dejes tus cosas resgurdadas y te puedas ir a meter a la ferocidad del pit sin cargas extras, hidratación, baños e internet para poder trabajar como nos lo solicitan.

Un detalle que nos llamó mucho la atención en el parque bicentenario en la CDMX, es que había un trenesito para llevarte al acceso del evento, sin costo. No alcanzamos a investigar si era iniciativa del festival, del parque o de quienes operan esta atracción en días normales, pero que no se acaben este tipo de iniciativas.

Cuando nos enteramos que el festival de McKormick sería el mismo día en el mismo venue, algunos tuvimos un poco de pánico, pero ni el sonido se cruzó, ni al acceso se entorpeció, y para los fuereños que no conocemos tooooodos los recintos de las grandes ciudades, es bueno saber que aunque esto pase, no nos restará nada en la experiencia por la que pagamos.

Todo es perfectible.
Guadalajara

A uno le gustaría que todo fuera miel sobre hojuelas al realizar un evento, y más si hablamos de algo de esta magnitud, pero a veces las cosas simplemente fallan, y no es culpa de nadie. La situación aquí es, lo que haces al respecto.

Hablando del show en Guadalajara por ejemplo. En algún punto durante la presentación de Kerry King, el audio se fue. Así es, durante unos instantes el escenario se quedó en silencio por una falla técnica, pero no pasaron ni 3 minutos cuando ya estaba todo de vuelta, la música, la energía, la buena vibra, y por supuesto, esos guitarrazos endemoniados que nos transportaron a la época dorada de Slayer.

Algunos asistentes dijeron que hacía falta una segunda barra de bebidas, pues fue el único sitio donde te tardabas mucho haciendo fila, pero en general los servicios fueron rápidos y agradables,

CDMX

Si estuviste en General A, seguramente te enfrentaste a querer comprar (o al menos acercarte a ver) merch oficial y darte cuenta que no había ni un triste puestito de ella en esta zona… Y peor aún, no te dejaban salir a general B y regresar, así que tuviste que haber tenido haki de observación y haber comprado tus cosas antes de entrar a tu área, o como a una de nuestras editoras le pasó, quedarte con las ganas.

Si estuviste en general B y corriste para agarrar lugar cerca de la valla y lo mas centrado posible, seguro fuiste de esos que pidideron a gritos que les apagaran la luz… ¿Qué? ¿La Luz?, así como lo lees. Colocado al centro del espacio entre ambos generales, había una torre que, según nos dijeron algunos elementos de seguridad era de vigilancia por si alguien se quería brincar o empezaban a armar el portazo, y tenía luces sumamente brillantes dirigidas al público.

Pero la raza se hizo escuchar, y aunque muchos estuvieron cegados durante Orbit Culture, a la hora de empezar a hacer coreografías con las japonesas, esas luces ya habían sido apagadas.

Lo demás, es lo de menos.

De las bandas, ¿que te puedo decir que no sepas?

Magnánimas.

Exquisitas.

Espectaculares.

Inolvidables.

Para que aprecies la belleza de lo que fue, y/o revivas lo que viviste si estuviste allí, te dejo nuestra galería del evento, tomada con la sutil bestialidad de Mich Vargas

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