Durante la extensa jornada del pasado sábado, se pudo disfrutar un variado abanico de bandas pertenecientes a las últimas tres décadas de rock y metal.
Finalmente, tras dos años de incertidumbre, se logró. El día sábado 02 de noviembre en el Parque Estadio Nacional, vivimos el regreso del aclamado festival Knotfest Chile en el que, por segunda vez en nuestra historia, se congregaron miles de rockeros y metaleros en un solo lugar bajo el mismo objetivo común: disfrutar de un día lleno de música con representantes de lo más destacado de los últimos 30 años.
Con un público que destacó no solo por su energía, sino que también por sus diversos looks en los que pudieron verse a fanáticos de Slipknot personificando a integrantes de la banda, como también a personas vestidas al estilo Babymetal, logramos vivir una velada con diversidad de
subgéneros, lo que abrió a la llegada de nuevo público a este festival.
La extensa jornada inició con la presentación de los representantes nacionales: Nico Borie, SVVVNT, Mawiza y Rama, fueron los encargados de dar luz verde a esta segunda edición del festival. Recordemos que, en 2022, Rama fue parte de las agrupaciones que la producción bajó a
última hora del line up lo que, sin pelos en la lengua, dejó una muy mala impresión de respeto para con las bandas de nuestro país.
Pero esta vez el festival llegó de manos de otra productora: Fenix Entertaiment quienes, aún sin tener gran experiencia en conciertos del género, tomaron todos los errores de la vez anterior para entregar una experiencia totalmente distinta a la vivida en el pasado, con puntos de hidratación
que sí funcionaron en gran parte del día y con el lanzamiento de vasitos de agua a todo momento.
Además, el lugar elegido fue idóneo para un evento de esta magnitud y, otro punto positivo que ya escapa de la producción, es que el clima fue mucho más tolerable que los 37° del año 2022.
Ahora, en lo negativo, es muy importante mencionar que, tal vez debido a un contratiempo, tanto a Mawiza como a Rama les cortaron el final del show en esta nueva edición y otro punto a mejorar para una próxima, es el tema del piso, pues el nivel de polvo que se levantó durante todo
el día fue a ratos hostigante.
Pero sigamos con las presentaciones. Por lo general se respetaron los horarios de cada presentación y, los representantes nacionales, cada uno en su estilo, lograron entregar lo mejor que pudieron en un acotado tiempo, dándole paso a las bandas internacionales desde las 14:30 horas aproximadamente. La primera en presentarse fue Orbit Culture, quienes hicieron su debut en tierras chilenas bajo la premisa de este festival masivo, con un acotado setlist de 9 canciones, entre las que destacaron: “Strangler”, “Carving”, “Saw” y “Vultures of North”. Dueños de un
demoledor sonido ligado al melodic death/groove metal, los suecos generaron mosh-pits en diversos puntos del recinto.
La jornada avanzaba y, si bien hacía calor, la máxima pronosticada fue de alrededor de diez grados menos que en la primera edición del Festival, lo que hizo mucho más soportable la extensa velada, en la que continuamos con otra artista que hacía su debut en nuestro país ¡Y qué debut! Hablamos de Poppy, joven cantante y youtuber estadounidense que la ha estado rompiendo en la escena del metal contemporáneo, con una transición musical que pasó desde el pop en sus inicios – momento en el que era conocida como “That Poppy”-, pasando posteriormente por sonidos más ligados al nü metal y llegando en la actualidad más concretamente al metalcore. En esta, su primera llegada a Chile, nos sorprendió con su desplante, aunque generó opiniones divididas, pues a ratos se sentía como si la artista estuviese haciendo playback. Aun así, se paró en medio del Stage B y deleitó con canciones como “BLOODMONEY”, “I Disagree”, “Crystallized”, “X”, “New Way Out” y “V.A.N”, su reconocida colaboración junto a Bad Omens, banda que sin duda muchos esperamos que fuese parte del del line up de este año, pero no se logró.
Así es como llegamos a una de las presentaciones más esperadas y que generó más expectativas en esta edición del Knotfest Chile, pues puntualmente a las 16:20 de la tarde, se encendieron las pantallas del Stage A para introducir a lo que se venía: BABYMETAL hacía su aparición en escena tras un exitoso side show en Basel Venue la noche del pasado viernes 01 de noviembre. El trío de japonesas suele sacar ciertas ronchas en los más puristas, pero no se puede negar el tremendo espectáculo que presentaron en el Parque Estadio Nacional donde se incluyó, además de una gran puesta en escena, dinámicas con el público en ciertas canciones como “PA PA YA!!” al son de los miles de pañuelos en el aire y en “METALI!!” –mientras aparecía Tom Morello en pantalla-, donde hicieron que los presentes pusieran a prueba sus rodillas.
Tampoco podemos dejar de lado a la increíble banda soporte que acompaña a las talentosas y carismáticas Su-Metal, Moametal y Momometal en cada concierto, también conocidos como KAMI BAND, se lucieron con un leve solo antes de “METALI!!”. Con un setlist que incluyó solo “sandías caladas”, las japonesas hicieron vibrar al público con canciones como “Megitsune”, “Karate”, “RATATATA” –con Electric Callboy en pantallas- y “Gimme Chocolate!!”, cerrando con “Road of Resistance” en compañía del primer Wall of Death del día y un público coreando al unísono.
Continuamos con los suecos de Amon Amarth, quienes regresaron con su death metal melódico tras más de cuatro años de su última visita la que, recordemos, fue marcada como una de las últimas presentaciones en vivo antes del encierro producto de la emergencia sanitaria en 2020. Si bien son una banda que ha visitado tierras chilenas en varias ocasiones, esta fue la primera vez que los vimos en un festival y, por lo tanto, en un recinto de gran magnitud donde una vez más transformaron el ambiente en una fiesta vikinga al ritmo de canciones como “Guardians of
Asgaard”, “The Pursuit of Vikings” y “Raise Your Horns”, entre muchas otras. Pero, sin duda alguna, los dos momentos más altos de la presentación fueron “Put Your Back Into The Oar”, en donde como suele ser tradición, parte de los miles de fanáticos se sentaron y comenzaron a remar de forma masiva y, el gran final con “Twilight of the Thunder God”, en donde vivimos el segundo Wall of Death de la jornada. Mención especial a la escenografía, pues fue la que más llamó la atención en toda la jornada.
Así llegamos al momento más anhelado para aquellos que crecieron entre las décadas de los 90’s y 2000’ pues, todo lo que vino a continuación nos remontó a aquella época liderada por el aggro/nü metal y el post-grunge: Siendo ya las 18:30 horas se sube Mudvayne al escenario A del Parque Estadio Nacional. La banda liderada por Chad Gray y que cuenta con casi 30 años de trayectoria se presentó por primera vez en nuestro país, tras la incesante espera de fanáticos chilenos que por fin lograron ver a su banda favorita en vivo. Si bien la voz de Chad tiene sus estragos por el paso de los años, se le aplaude por toda la energía y desplante que presenta junto al resto de la banda en escena y, a pesar de ciertos problemas de sonido, sin duda estuvimos ante una banda que nos hace a muchos volver a la adolescencia y que, en esta tarde de sábado, nos hizo vibrar con clásicos como “Not Falling”, “Death Blooms”, “Determined” y “World So Cold”, que tuvieron a todos a punta de mosh-pits en varios puntos de su presentación, la que cerró con “Happy?” y “Dig”, manteniendo el hype hasta el final y marcando este debut en Chile como algo que muchos no sabíamos que necesitábamos, hasta que lo vivimos.
Así ya nos estamos acercando al final y, los últimos en presentarse antes de los dueños del festival, fueron los estadounidenses de Disturbed, quienes volvieron a Chile tras una única presentación hace ya más de 13 años y con un contexto bastante diferente, ya que no podemos dejar de mencionar la polémica que envuelve actualmente a la banda gracias a una serie de fotografías publicadas por su vocalista, David Draiman, quien sabemos que tiene herencia judía y da apoyo abiertamente a Israel. En una de ellas, sale firmando misiles destinados a utilizarse por las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) con el mensaje “Fuck Hamas”, lo que generó repudio por parte de muchos que en redes sociales manifestaron que llevarían banderas de Palestina, lo que finalmente gatilló en que la productora no permitiera el ingreso de éstas al festival.
Si bien se vio un par de banderas tanto en cancha preferencial, como en la general, la banda hizo caso omiso y realizó su presentación sin inconvenientes. “My brothers, my sisters, my blood. We are Disturbed!”, expresó Draiman ante la multitud, generando diversas reacciones. Entre las canciones que interpretaron los estadounidenses, se encontraron “Bad Man”, “Indestructible”, los covers “Land of Confusion” (original de Genesis) y “The Sound of Silence” (original de Simon & Garfunkel), finalizando con la clásica “Down With The Sickness” y “Inside The Fire”.
El reloj ya marcaba las 21:30 horas, lo que indicaba que había llegado el momento del show de cierre: Slipknot, protagonistas y dueños de este festival, llegaron tras algunos minutos de retraso a apoderarse del Stage A con su enorme puesta escénica que está muy lejos de pasar desapercibida. Si bien esta ya es la cuarta vez que la banda visita nuestro país, esta vez llegaron bajo una premisa muy especial. Nos referimos a la celebración de los 25 años de su disco debut homónimo lanzado en 1999, motivo por el que esta presentación, a diferencia de las anteriores, solo constó de la interpretación de forma íntegra de este álbum, con canciones como “(sic)”, “Eyeless”, “Wait and Bleed”, “Liberate” (canción donde Corey invitó al público a saltar de principio a fin), “Purity” y “Only One”, entre otras que completan el aclamado LP.
Con un espectáculo donde quizás extrañamos un poco la pirotecnia, pero presentó una vez más un gran nivel de interacción con los miles de fans que se quedaron hasta el final, los oriundos de Iowa, Estados Unidos, trajeron al presente grandes clásicos que pertenecieron a la banda sonora de la adolescencia de gran parte de los que estaba en el Parque Estadio Nacional a esas horas de la noche, donde una vez más fue tónica la simpatía y cercanía de Corey Taylor con el público presente, intentando hablar en español entre los aplausos del honorable con frases como “Cantar conmigo”, “¿Estás bien?” y “¿Quieres uno más?”. Una banda que rompe cráneos celebrando los 25 años de una de sus obras maestras, eso es lo que vivimos anoche en el cierre de esta edición del Knotfest 2024.
“Esta noche tenemos algo muy especial: hace 25 años nuestro álbum llegó”, fueron las palabras de Corey Taylor antes de que el público comenzara instantáneamente a cantar el cumpleaños feliz: “¡Bienvenidos al año 1999!”.
Una vez más, la percusión fue protagonista junto a los ya conocidos Mike “Tortilla man” Pfaff y Shawn “Clown” Crahan, en compañía del debut en Chile de Eloy Casagrande como actual baterista de Slipknot. Casagrande se lució y pudo una vez más demostrar la manera bestial que tiene de tocar la batería. Los tres músicos marcaron el compás de cada canción y cada mosh-pit que se generó entre las canchas del Parque. Otro que destacó fue Sid Wilson tras los sintetizadores, entregando interludios entre canciones.
En el encore, pudimos disfrutar de las tremendas “Spit it Out”, “Surfacing” y del gran final con “Scissors” ante los miles de aplausos y los “Olé, olé, olé Slipknot, Slipknot”. El Knotfest 2024 había terminado.
Como palabras al cierre y, a pesar de lo encima que se publicaron los horarios en redes sociales y a las ofertas de última hora para la adquisición de entradas, en la presencialidad logramos evaluar de forma concreta a Fenix Entertaiment y pudimos notar la preocupación por cumplir con los horarios, las bandas y, como parte importante, se corrigió el problema de la hidratación inexistentes en la primera edición del Knotfest. Si bien el cartel del 2022 fue más potente para muchos y, en 2024 hubo algunos detalles generales, sí hubo un aprendizaje de los errores cometidos por la producción anterior en 2022 (Transistor) y, esperamos, este festival no vuelva a desaparecer pues es un punto de encuentro de generaciones antiguas y actuales en un mismo contexto: el de vivir la pasión por el rock y el metal en un solo lugar, sin miedo a los prejuicios. Por ahora, solo nos queda esperar novedades.
Reportera.- Barbara Sherman
Fotografía.- Mauro Villaroel
Fotografías Slipknot.- Fenix Entertainment
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