Eran sobre las 20:40 del domingo 22 de setiembre y Live Era (una sala ya clásica para la movida metalera uruguaya) se encontraba repleto para recibir a Fabio Lione. Sin teloneros ni bandas invitadas, como si nadie tuviera ni la mínima paciencia.
El mítico cantante se presentaba por segunda vez en este país, la primera de ellas fue el año anterior (2023) cuando Angra visitó por primera vez Montevideo, pero sería la primera en la que el artista se presentaría en formato solista, junto a una banda de músicos que lo estuvieron acompañando por el llamado “Rio de la Plata tour” el cual comprendía varias regiones de Argentina y la capital de Uruguay.
Las luces se apagan, y ante un público notoriamente enardecido empieza a sonar “Dawn of Victory”, el clásico de Rhapsody y un gran acierto para iniciar el show.
El sonido era avasallante, alto (quizás hasta demasiado alto) pero nítido. La banda ejecutaba perfectamente los temas (guitarra, bajo y batería, siendo los teclados lanzados por pistas). Y la gente, impactada por un arranque tan alto y con un tema tan clásico y tan bien ejecutado, se entregó al agite.
De la voz de Fabio no hay nada para decir más que elogios. A través del show, el cual repasó tanto su carrera por las bandas en las que estuvo como sus más grandes influencias, el cantante demostró no solo que el tiempo no le pasa y que mantiene una voz intacta, sino que es poseedor de un impresionante rango, que lograba ir desde los tonos más altos con temas de Rhapsody o Angra hasta pasar a ser tenor, entonando unas estrofas de Luciano Pavarotti.
En cuanto al setlist creo que fue una gran decisión mezclar tanto su material como sus influencias.
Luego de Down of Victory pasó directamente a Wasted Years, un cover de Iron Maiden y luego Judgement Day de Whitesnake.
A cada uno de estos temas los presentaba, explicando en algunos casos por qué es que amaba tanto a estos artistas (como contando cuando conoció a Bruce Dickinson o que su primer CD fue uno de Whitesnake) haciendo el show más dinámico y divertido.
Otro punto alto fue inmediatamente luego de Judgement Day, cuando interpretó Forever de Kamelot y recordó su paso por esta banda.
También cabe destacar especialmente la versión de Tears of the Dragon de Bruce Dickinson la cual sorprendió a más de uno.
El resto del setlist se conformó de más covers de bandas que fueron importantes para él (Bon Jovi, Scorpions, Europe, Queen) y del resto de su carrera.
En cuanto a Vision Divine interpretó Violet Loneliness del disco 9 Degrees West of the Moon y Send Me an Angel del álbum del mismo nombre.
De Angra interpretó solamente dos temas, Nova Era y Rebirth, los cuales si bien estuvieron perfectamente cantados y fueron un punto altísimo de la noche, dejó a más de uno esperando Carry On, o alguna de su época, la más reciente de la banda.
Igualmente, y más allá de todo esto, estaba claro que el plato principal de la noche eran las canciones de Rhapsody. Interpretó 7 de estos temas, siendo todos los más pogueados y cantados por el público.
Cerró a eso de las 22:30 con la increíble Emerald Sword, un show de unas 2 horas el cual se vivió como toda una experiencia cercana al artista, la cual sin duda estaba dirigida a todos esos fanáticos de la música de uno de las mayores voces que tiene el Heavy Metal hoy en día en todo el mundo.
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