El origen del clásico de AC/DC ha sido ampliamente debatido, pero esta parece ser su historia y estás a punto de conocerla.
Hay temas de los que nunca sabremos su verdadero origen, pero la “arqueología” musical nos permite descubrir algunos detalles sobre ellas. En el caso de AC/DC, sobre todo en la etapa de Bon Scott, no todas las historias están claras. ‘Jailbreak’, publicada en junio de 1976, es una de ellas.
Angus Young, en su momento, afirmó que la canción trataba de un convicto que huía de la cárcel solo para ser disparado por la espalda. Teóricamente, Scott se había encontrado con el reo en Perth, Australia, cuando pasó por la cárcel antes de entrar a formar parte de AC/DC.
Sin embargo, otras fuentes indican que Scott escribió la letra de la canción después de leer, en el periódico, la historia de Mark Brandon ‘Chopper’ Reid, al que sentenciaron a 16 años de cárcel después de cometer un asesinato. A los pocos años de dar con sus huesos en la cárcel, se intentó fugar, tal y como afirma Song Facts.
Aunque el plan estaba montado a la perfección, su cómplice acabó provocando que le pillaran. Al parecer, cavaron un túnel para huir, pero su compinche tenía fobia a los espacios pequeños y perdió los nervios, provocando que todo se fuera al traste.
La interpretación de Scott ayuda a alimentar la leyenda del tema, que se comenzó a componer por parte de Scott, Angus y Malcolm durante las sesiones de ‘T.N.T.‘ en 1975, pero que no vio la luz hasta la salida de ‘Dirty Deeds Done Dirt Cheap’.
‘Jailbreak‘, por cierto, no vio la luz en la versión del redondo publicada en 1981, algo que la convirtió en un corte “poco conocido”, solo apto para verdaderos fans de AC/DC, pese a que sonó en directo en múltiples ocasiones. Más tarde, el tema llegaría tierras yankis de la mano de un EP del mismo título, publicado en octubre de 1984, al poco de la salida de ‘Flick of the Switch‘.
El videoclip, tuvo una producción de altos vuelos, con la banda tocando en unas rocas mientras varias explosiones se producen a su alrededor. Dirigido por Paul Drane, se grabó en una mina de Melbourne y, a decir verdad, merece la pena echarle un ojo.