‘Abigail’ es el segundo álbum de King Diamond y seguramente el primero disco conceptual de terror. Concebido después de su primer intento con cuatro temas relacionados y contando una misma historia dentro de ‘Fatal Portrait’ de 1986, ‘Abigail’ sale a la venta el 15 de Junio de 1987, con producción de King Diamond y a través de Roadrunner Records.
A lo largo de nueve canciones y con una duración de 40 minutos, el disco relata una escalofriante historia en la que King Diamond despliega todo su espectro vocal, dándole a la obra la variedad de climas y ambientes que se complementan perfectamente con las composiciones y la interpretación de la banda, alcanzando todo el conjunto un nivel excelso desde lo musical y lo conceptual.
‘Abigail’ no solo supera por mucho a aquel relato que abarcaba cuatro temas en ‘Fatal Portrait’, sino que musicalmente también se yergue muy por encima de ese primer disco. La ubicación de cada tema, su lugar en el disco, no es casual, sino que hace a un relato que no siempre es lineal, pero si escalofriante, retorcido y oscuro.
Otra cosa interesante que logró King Diamond con esta obra es que, si bien ya se ha aclarado que es conceptual y todos los temas forman parte de una misma historia, cada tema por separado puede ser escuchado perfectamente, si bien el mayor efecto se siente con la audición completa del disco.
En ‘Abigail’ toma cuerpo toda la influencia de la numerología. Todo parece estar relacionado al número 9, considerado mágico según tradiciones ocultistas. Miriam tiene 18 años (1+8=9), Jonathan tiene 27 (2+7=9). Los jinetes son advierten que 18 se convertirán en 9. 7 de Julio de 1777: 7 de Julio son dos números 7, 1777 tiene tres números 7 más, haciendo un total de cinco: 5×7=35. Si le sumamos el 1 de 1777, tenemos un total de 36. Finalmente 3+6=9. También son 9 las cruces que se ven en el carruaje de la tapa del disco. Son también 9 las canciones del álbum.
‘Funeral’ (Diamond) hace las veces de intro al álbum y a la historia en sí. De manera terrorífica y efectiva un relato nos ubica en tema, dejando en claro que el drama comenzó mucho tiempo atrás. Cuenta sobre el funeral de Abigail, niña nacida muerta. Un relato espeluznante que nos hace saber que Abigail fue clavada a su ataúd con siete clavos, describiendo detalladamente dónde fue puesto cada uno.
La primera canción propiamente dicha es ‘Arrival’ (Diamond), que cuenta el encuentro de Miriam Natias y Jonathan Lafey con siete caballeros salidos de la oscuridad en un cruce de caminos, llegando a la mansión que Jonathan ha heredado, quienes le dicen que deberían volver atrás o, de lo contrario, ’18 serán 9’. Jonathan se ríe y desprecia la advertencia, los caballeros antes de desaparecer en la oscuridad le dicen que algún día necesitarían su ayuda. Musicalmente es una canción melódicamente muy rica y, al mismo tiempo, agresiva. Interesantes cambios de ritmo, una banda demoledora con una base sólida y efectiva de Timi Hansen en bajo y Mikkey Dee en batería, que brindan soporte a un dúo de guitarras de un nivel altísimo, a cargo de Andy Larocque y Michael Denner. Si a esto le sumamos ‘las voces’ de King Diamond, tendremos una idea de lo que nos traen estos músicos.
‘A Mansion In Darkness’ (Diamond, Larocque) relata la llegada misma a la mansión, que parece tener sombras vivas, ambos se van a dormir y se habla de una ‘sombra en la pared’ que cobra vida. Es uno de los mejores temas del disco, puro Power Metal pero con aires oscuros, gracias a las voces. Los coros son exactos los que necesita el tema para lograr el ambiente relatado. Guitarras geniales tanto en los solos como en los riffs, sobre una base soberbia. Realmente un gran tema.
Le sigue otro grandioso tema: ‘The Family Ghost’ (Diamond). Fue elegido como single del álbum y no por casualidad. Nos cuenta sobre la aparición a Jonathan, mientas Miriam dormía, del fantasma de la familia: El Conde Lafey. Este ser espectral le cuenta a Jonathan una historia de 70 años atrás. Le avisa que debe cuidarse de las escaleras, podría fácilmente caer y romperse el cuello. Le muestra el ataúd de una niña nacida muerta y le hace una declaración terrible: el espíritu de Abigail está dentro de Miriam y hay una sola manera de evitar su renacimiento. Matándola. La tensión del relato v en aumento, las voces son geniales, sobre todo las de los fantasmas. Los riffs son de lo mejor. Los solos merecen un punto aparte, realmente sorprenden dentro de un tema de por sí grandioso. Las voces del final…nada, escúchenlas. Curiosidad: según King, esta canción contiene dos palabras que él nunca cantó y no pudieron ser eliminadas por el ingeniero, por lo que decidieron dejar el ‘Oh, Damn’, antes del último verso.
En ‘The 7th Day Of July 1777’ (Diamond, Larocque) nos cuentan que el Conde LaFey descubrió que su esposa lo había engañado y que no permitiría que una bastarda heredara su propiedad. Es por eso que empujó a su esposa embarazada escaleras abajo, el 7 de Julio de 1777. La Condesa murió al rompérsele el cuello y la beba nació muerta. Decidió momificar a la beba. Una gran canción, otra más, con un enorme trabajo de guitarras y bases que dan marco al relato increíblemente vívido de King Diamond. El cantante comentó sobre el origen de esta fecha y del nombre ‘Abigail’ que ‘Alguien me envió una imagen de una lápida y lo saqué de ahí’. Cree que la fotografía era de un cementerio de Seattle.
‘Omens’ (Diamond) comienza diciendo que a pesar de que no hay nadie en la iglesia, las campanas suenan. Olores fétidos, una mesa puesta para tres y una cuna que nadie trajo se mece sola. Todos presagios de muerte. Esta canción es una especie de nexo ente la presentación de la historia y su desenlace, una especie de interludio dentro del disco. Buen riff, la banda y las voces brillantes, como en todo el álbum. Buenos teclados puestos en buen lugar.
En ‘The Posession’ (Diamond, Denner) empieza el desenlace. Jonathan se da cuenta de que el fantasma hablaba la verdad. Miriam canta una canción de cuna y Jonathan sabe que está poseída. Hablando en distintas lenguas, estaba siendo devorada desde el interior. El bajo de la intro es perfecto. Debió ser un tema particularmente difícil para Diamond, quien hace las voces de Miriam, Abigail y el mismo King. Cambios de clima, contratiempos, ambientes macabros y retorcidos, solos de guitarra geniales, algunos toques muy puntuales de teclados, sumados a una sección acústica hacen a una pequeña obra de teatro dentro de un disco conceptual.
Llega ‘Abigail’ (Diamond), canción en la que Jonathan enfrenta a Abigail diciéndole que sabe que es ella la que habla a través de Miriam, llama a su esposa y le responde Abigail: ‘Miriam está muerta, yo soy ella muerta’. Y é escucha a la misma Miriam pedirle que la empuje escaleras abajo. Una canción simplemente espectacular, dramática, llena de tensión y musicalmente grandiosa. La calidad interpretativa tanto de la banda como de las voces llega a niveles increíbles. De nuevo aparecen unos teclados que traen un ambiente aún más tétrico. Teclados que se escucharán años más adelante en otros géneros, como el Black Metal.
‘Black Horsemen’ (Diamond), con más de 7 minutos y medio, cierra el álbum. Guitarras acústicas son el preludio de lo que se viene. Un relato: en la parte de arriba de la escalera, Miriam junto a un asustado Jonathan, quien se descuida un momento y es empujado escaleras abajo por la poseída Miriam, muriendo. Miriam se dirige a la cripta para dar a luz, muere en el parto y Abigail se la come. Llegan los jinetes quienes se llevan a Abigail. Es un tema más lento, con mucho de lamento, de nuevo aparecen algunos teclados que ayudan a crear el ambiente de la canción. Cambios de clima y de ritmo sirven para apreciar la real capacidad musical de esta banda que pudo dar vida a una obra conceptual de enorme calidad. Un gran final, realmente, para una obra de arte. Pionera en un estilo de muy difícil realización. Un disco que ha marcado la historia del Metal.
Banda:
Andy La Rocque guitarras
King Diamond voz
Michael Denner guitarras
Timi Hansen bajo
Mikkey Dee batería
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