Para todos aquellos que crecimos o descubrimos la música en los años 80, recordamos con cierta nostalgia ese sonido y cantamos a viva voz los himnos de ese momento. De Iron Maiden a Bon Jovi, pasando por AC/DC y Poison, la década abrió paso a diferentes estilos comenzando por el Heavy Metal.
Frente a la exuberancia de la escena británica, nos olvidamos fácilmente que el Heavy Metal se expandió por toda Europa y la escena danesa tiene cosas muy interesantes. Una banda que destaca, y que encaja muy bien en todo este imaginario es Crystal Knight. Sacaron un disco en 1985 y luego desaparecieron de la faz de la tierra, aunque ahora es una banda de culto.
El disco suena muy bien, tanto así que es una verdadera sorpresa para todos amantes del Heavy Metal. La portada es malísima y el nombre de la banda no es para nada atractivo, aunque del lado de las letras ya anticipa la narrativa propia del Power Metal. Más allá de la música, muchas veces nos olvidamos que la producción de discos es una industria. Tienes que tener la presencia escénica y las pintas apropiadas, de lo contrario difícilmente podrás generar un impacto, y es lo que le faltó a esta banda.
Otra de las grandes escenas europeas, es la alemana, es ahí donde se origina el Thrash; y Fortuner es un eslabón tardío en la evolución del metal que une muy bien el Heavy el Speed y Thrash. De la banda no quedó prácticamente nada, pero para ser una producción cuasi casera, suena bastante bien. Es la magia del internet, podemos encontrar estas joyas y volver al pasado y seguir rockeando.
‘Two Side of Metal’, álbum de 1986, muestra muy bien las dos grandes vertientes de la escena, un lado agresivo del cual surgirá el Thrash, el Death y el Black, y un lado más suave, sobre el cual se construye todo el Glam, Hard Rock y Heavy con algo de Pop. No todas las bandas logran el estrellato, pero si tu disco es bueno, alguien lo descubrirá y estas cosas nos llenan de felicidad. El disco está muy bien logrado y el trabajo de las guitarras es excepcional.
Allied Forces, es la historia de una banda neerlandesa que busca hacerse un espacio en la música, formados en 1982, recién en 1987 logran grabar su primer y único disco. Pasó casi desapercibido y es una brutalidad, realmente es uno de los mejores discos de Heavy que he escuchado en mi vida, desde luego no soy referencia de nada, pero fue una agradable sorpresa.
Hay bandas que lo intentan, pero fracasan y luego se convierten en leyenda; para ser un disco producido de manera artesanal, suena fenomenal, ha envejecido muy bien. El talento no basta, hay que tener visión para los negocios, por eso hay que tener un manager o alguien que sepa o conozca algunos rudimentos de marketing.
En 1984, Axe Victims también sacó su primer y único disco, ‘Another Victim’, es mucho más convencional que los anteriores y sigue una vieja fórmula en el Heavy Metal: un vocalista chillón y los coros en un tono grave. Cuando se lo escucha por primera vez, no se diferencia de muchas otras bandas, pero es un disco al cual se le tiene que dar una segunda oportunidad.
Después van surgiendo los matices, y el trabajo de las guitarras es grandioso; yo creo que el principal problema que una banda debe enfrentar es definir su identidad. Uno le rinde tributo a la música que escucha, pero es necesario construir un estilo propio y es lo que le faltó a esta banda. El disco genial, y estaban por buen camino, aunque nunca sabremos cómo la banda pudo evolucionar.
Todo es una cuestión de gustos, bandas que van y vienen y algunas gemas escondidas; hoy en día hay todo un submundo de coleccionistas, gente que se especializa en un género o en un periodo, los 80 en este caso, para dar ejemplo. Hay música para todos los gustos, y Adrian que saca su único disco ‘One Step into the Uncertain‘ en 1987, es una de esas piezas de colección que todos quieren tener.
Es un disco genial, y es la oportunidad de seguir disfrutando, descubriendo bandas que salen de lo trillado, de lo excesivamente conocido y mundano. Para los amantes del Heavy, todavía queda todo un mundo por explorar; de cuando en cuando hay que apartarse del sendero que todos recorren para encontrar algo realmente bueno.
Todos estos discos tienen un patrón en común: les falta profesionalidad, suenan muy bien y han resistido al paso del tiempo. Tienen portadas horribles y nombres bastante bobos, una producción precaria, nunca dieron el salto a la fama o si quiere tuvieron un atisbo de notoriedad, pero aquí estamos, compartiendo música, porque el Metal es nuestra pasión y nos une.