Hay discos que han marcado la historia del Heavy Metal. ‘Paranoid’ de Black Sabbath (1970), ‘Machine head’ de Deep Purple (1972), ‘Destroyer’ de Kiss (1976), ‘Long Live Rock and Roll’ de Rainbow (1978), ‘Highway To Hell’ de AC/DC (1979), ‘Ace Of Spades’ de Motörhead (1980) y podríamos seguir contando. Pero el 22 de Marzo de 1982 salía a la venta el álbum que hoy nos ocupa: ‘The Number Of The Beast’ de Iron Maiden.
Fue un disco clave, tanto para la historia de la banda como para la historia del Heavy Metal. Iron Maiden había lanzado dos discos con Paul Di’Anno, ‘Iron Maiden’ (1980) y ‘Killers’ (1981). Dos discos con los que les fue muy bien, tanto como para telonear a Kiss en su gira europea de 1980 y como para hacer una gira propia por Japón en 1981. Pero un problema interno amenazaba el futuro de la banda: la complicada relación del cantane Paul Di’Anno con los excesos.
Steve Harris sabía perfectamente que no soportaría mucho tiempo el comportamiento errático de Di’Anno. Fue así que decidió expulsarlo de Iron Maiden en un gran momento de la banda, afrontando el problema de encontrar un sustituto que pudiera salvar la difícil situación.
Mientras se encontraba cantando en Samson, Bruce Dickinson tuvo la oportunidad de escuchar a Iron Maiden. Según declaró al periodista argentino César Fuentes Rodríguez: ‘Conocí a Steve Harris cuando Samson coincidimos con Iron Maiden en el festival de Reading de 1980. Él estuvo viendo nuestro show y después estuvimos hablando un rato. A mí ya me gustaban mucho Iron Maiden, me parecía algo así como la versión años 80’s de Deep Purple, que era y es mi grupo favorito y un año más tarde, el propio Harris en persona, no a través de Rod Smallwood, me preguntó si estaría dispuesto a ser el nuevo cantante de la banda. La idea me encantó y desde el primer ensayo supimos que iba a funcionar.’
En el verano de 1981, Dickinson entró al estudio y le agregó su voz a unas grabaciones en vivo interpretadas por Di’Anno. Dickinson recuerda que tuvo que improvisar en un par de ocasiones para ‘tapar’ por completo la voz del antiguo vocalista. Rod Smallwood no quiso perder aquel memorable momento y grabó el audio de la audición como EP. Se dice que fue su interpretación de ‘Remember tomorrow’, la que selló el trato. ‘Me dijeron, ‘Muy bien, estás contratado.’ Luego salimos y nos emborrachamos para celebrarlo’, recuerda Bruce. Esa grabación está disponible hoy en Internet.
Después de un tour por Italia y un show en Londres, llegó el momento de grabar material nuevo para así dar a conocer la nueva voz al público masivo. Iron Maiden enfrentaba la difícil tarea de grabar el disco sucesor de los dos exitosos primeros discos con un nuevo cantante y, para colmo, sin material escrito previamente, cosa que sí había sucedido en los anteriores. El disco se gestó en cinco semanas, rodeado de acontecimientos extraños: luces que se prendían y apagaban solas, equipamiento que se descompuso, grabaciones que desaparecieron, un accidente de tránsito del productor Martin Birch que generó una factura a pagar por 666 libras.
Martin Birch, leyenda en la producción y la ingeniería de sonido, ya había trabajado con Fleetwood Mac, Jeff Beck, Peter Green, Blue Öyster Cult, Wishbone Ash, Deep Purple, Whitesnake y Black Sabbath. Ya había producido ‘Killers’ de Iron Maiden, aunque no le había parecido un gran resultado ni a Birch ni a la banda. Sobre el tercer disco dijo: ‘cuando me ofrecieron producir lo que sería su tercer disco, ‘The Number Of The Beast’ y escuché los demos, ví claramente que había una obra maestra. Hablamos muchos con Harris y Dickinson para enfocar correctamente la evolución musical del grupo en este disco y cómo tratar la voz de Bruce. Fue una grabación intensa, dura, de muchísimas horas de trabajo, pero de la que nació un disco que cambió la historia.’
La prefecta dupla de guitarras Smith-Murray, el omnipresente bajo de Harris sobre la poderosa y precisa batería de Burr, con el aditamento de la increíble voz de Dickinson, bajo la genial producción de Birch, trabajando en un puñado composiciones geniales, terminaron generando un disco histórico. Como anticipo, en febrero de 1981, se había lanzado el single ‘Run To The Hills’, acompañado de un excelente video clip que incluía tomas de películas de Buster Keaton.
El single fue un éxito mundial, preparando el camino para la llegada de ‘The Number Of the Beast’, un disco de sólo ocho canciones y plagado de himnos, entre los que se destacaron ‘Children of the Damned’ (basada en la película ‘El Pueblo de Los Malditos’ y su secuela, ‘Los Hijos de los Malditos’), 22 Acacia Avenue (escrita por Adrian Smith para su banda previa, Urchin), ‘The Number Of the Beast’ (canción cuya temática fue malinterpretada por fanáticos religiosos, acusándola equivocadamente de ser una canción de alabanza al diablo, extendiendo el concepto a la banda en sí misma. En realidad es el relato de una persona que es testigo de un ritual y no sabe qué hacer. El tema incluye una lectura de Revelaciones 12:12 y 13:18 por el actor Barry Clayton, habían pensado en Vincent Price, pero éste pretendía cobrar 25000 libras) y el cierre con ‘Hallowed Be Thy Name’, la increíble historia de un preso condenado a muerte, a punto de ser ejecutado en la horca.
El arte de tapa fue, como ocurrió por mucho tiempo, obra de Derek Riggs, originalmente diseñada para el single la canción ‘Purgatory’, pero el mánager pensó que era demasiado buena y la reservó para el álbum. Originalmente, el cielo era de color azul, por error de los impresores. En la reedición de 1998 es de color negro.
La portada tampoco estuvo exenta de controversia: Un Eddie enorme que controla, cual marioneta, a Satanás quien, a su vez, controla a un pequeño Eddie. La interpretación que dio Smallwood es por demás clara: ‘se trata de preguntarse ¿Quién es el verdadero Diablo? ¿Quién controla a quién?’
‘The number Of The Beast’ no sólo es el primer disco con el cantante Bruce Dickinson, sino también el último con el baterista Clive Burr. Ha vendido cerca de 15 millones de copias y fue el primer dicos de Iron Maiden que llegó al número uno en la lista oficial de ventas en la primera semana en la revista norteamericana Billboard. También fue número uno en Japón, Finlandia y Alemania. El disco se presentó en vivo en una gira mundial llamada The Beast On The Road – World Tour 1982, desde Febrero hasta Diciembre de aquel año.
Algunos puntos llamativos de aquella gira: fueron las primeras apariciones de grupos religiosos ortodoxos que intentaron prohibir los shows en los Estados Unidos, por considerarlos una banda ‘satánica’. También fue parte de esta gira el show en el Reading Festival de 1982 (donde Dickinson y Harris se habían conocido en 1980) ante 50 mil personas.
En ese festival compartieron cartel con Michael Schenker Group, Twisted Sister, Gary Moore, Tygers Of Pan Tang, Marillion, Y&T, Blackfoot, Praying Mantis y Barón Rojo.
Para muchos, ‘The Number Of The Beast’ no ha sido superado por Iron Maiden, otros sostienen que lo mejor de la banda aún estaba por venir. Más allá de estas opiniones, lo que no se puede discutir es que este disco tuvo la capacidad de ‘abrir’ el mercado, llegando a un público mucho más amplio que el estrictamente ‘metalero’.
Un mérito muy grande que muy pocos han alcanzado sin recurrir a baladas. Decididamente, este disco marcó la entrada definitiva de Iron Maiden a una nueva época para la banda y a la historia grande del Metal Mundial.
Tracklist de The Number Of The Beast
01 Invaders (Harris)
02 Children of the Damned (Harris)
03 The Prisoner (Smith/Harris)
04 22 Acacia Avenue (Smith/Harris)
05 The Number Of The Beast (Harris)
06 Run To The Hills (Harris)
07 Gangland (Burr/Smith)
08 Hallowed Be Thy Name (Harris)
Alineación de Iron Maiden en ‘The Number Of the Beast´:
Bruce Dickinson – Voz
Steve Harris – Bajo
Dave Murray – Guitarra
Adrian Smith – Guitarra
Clive Burr – Batería
Facebook / Homepage / Instagram / Spotify / Twitter / YouTube